Manuel Pérez Lourido
Estamos así
Analicemos la situación del enfermo: tras las elecciones generales celebradas unos días antes de que cientos de pavos, capones, conejos, pollos de diversos tamaños, corderos, etc fuesen asesinados para servirnos de comida, los señores diputados que hemos escogido no se ponen de acuerdo para elegir un presidente que nos gobierne. Propondría a María Cristina, que es lo que suele hacerse en estos casos. Fue la madre de Isabel de Borbón, en una época en que no había dudas sobre si Hacienda éramos todos o no. La casaron con Fernando VII, su tío, que llevaba paletó (un abrigo largo y entallado). Cuando falleció el monarca, fue nombrada regente hasta la mayoría de edad de su hija. Esto dio lugar a la primer guerra carlista porque un hermano del rey, Carlos María Isidro de Borbón, dijo que nones, que se pedía rey él.
Ahora, los líderes de los distintos partidos visitan a un pariente de estos, Felipe VI, para susurrarle al oído que le van a pedir a los reyes (nunca mejor dicho): quiero ser primer ministro, califa en lugar del califa, formar gobierno con fulanito, darle un puñetazo en los morros a citranito. El rey los escucha, les ofrece chocolate con churros, dice un par de chorradas (por pasar el rato) y los despide hasta la siguiente ronda: será rey pero no es parvo, y se da cuenta de que la cosa va para largo.
Sigamos analizando a los partidos (unos más partidos que otros):
PP: esperan, fieles al modus operandi del sabio gallego que los lidera, que les toque el gobierno en una tómbola, antes de repetir el sorteo. En recientes declaraciones han asegurado que no votarán la investidura de nadie salvo la suya (y eso a regañadientes).
PSOE: el partido submarinista obrero español ha ofrecido a los medios un desfile de faraones desdentados y con aliento revenido que amenazaban con no se sabe qué a quien no hiciese lo que la Asamblea de Momias Eméritas decretase. Susana Díez pilló un berrinche porque su jefe actual no defendió al jefe de hace nosecuantos años: es toda la aportación de este sector del sinsentido a la política del partido. Luego pilló un berrinche porque alguien filtró el berrinche. Luego llegó a su casa y el bebé tenía un berrinche... así no se puede.
PODEMOS: cuando no andan maquinando la destrucción del estado en contubernios leninistas y sin embargo iraníes, se proponen para proponer que gobierne Sánchez, ofreciéndole refugio ante sus propias huestes. Les dieron las del pulpo por proponer algo: estos no están ahí para propuesta, sino para llevarlas.
CIUDADANOS: "un pasito palante, María; un pasito patrás". No saben si ir o venir: quieren gobernar con alguien, tanto les da el PP como el PSOE. Con Podemos no, que quieren partir España en cachitos y mandarla para Venezuela, Bolivia y asín.
LOS OTROS: están metidos en un película de miedo: el de IU, que aún no se lo ha sacudido del cuerpo tras los resultados electorales; y el que dan los nacionalistas que, o quieren partir con un beso y un adiós o piden un referendum para partir con un beso y un adiós... o no.
Por supuesto: un minuto de silencio por UPyD, ejecutante del harakiri más veloz y eficaz en muchos años.
Y finalmente, suerte a Pedro Sánchez, que tendrá que convencer primero a los suyos y después a algunos rivales de que puede ser un buen presidente.