Manuel Pérez Lourido
Desbarrando, que es gerundio
¿Qué hacer si te enteras, primero, y luego ves el video en televisión?, ¿cómo reaccionar, de modo que no te lleven las carcajadas en volandas, ni te arrastre el llanto por el suelo?.
El señor González Pons, portavoz en el parlamento europeo del partido que supuestamente gobierna este país, subido a un estrado en un sarao propagandístico del mismo, muestra la copia ampliada de un twit de Arnaldo Otegui al público presente y a las cámaras de televisión. En el mismo, Otegui se congratula (que quiere decir que se alegra, por si me lee alguien como el sr. Pons) de la victoria de Syriza en las elecciones griegas. Y el señor González, alzando el papel, dice: "si Otegui está feliz de que gane Syriza no podemos estarlo los españoles" .
¿Cómo es posible que este buen hombre, doctor en Derecho, haya caído en la indigencia intelectual?, ¿es que no sabe que cualquier ser humano de configuración cerebral sana está provisto de algo llamado sentido común?, ¿o es que, como dírian los Tonechos, el señor González Pons fuma rotuladores Carioca?
Voy a exponer ahora la opinión sobre la opinión de Gónzalez y Pons de dos personalides destacadas en el campo del análisis político y de la aplicación del sentido común, respectivamente. Se trata de Antón Losada y de mi señora esposa. Comenzaré por esta última, por supuesto:
"¿Qué diría Gónzalez / Pons si Otegui declarara su pasión por el jamón serrano?, ¿aconsejaría a la población española que dejase de catar ese producto?" Y ahora el tuit de Antón Losada: "si Otegui se alegra de no estar estreñido, ¿lo mejor para los españoles es el estreñimiento?"
Añadiré, por si acaso, ya no sé hasta dónde puede llegar la ley mordaza y a lo peor estoy tecleando mi próximo ingreso en prisión, lo siguiente: mis simpatías por el señor Arnaldo Otegui se limitan a la admiración que siempre he profesado por el Romance del conde Arnaldos. Esto es, simpatizo con seis de las siete letras de su nombre de pila. Su curriculum político me parece más bien desaconsejable como modelo para mis descendientes.
Pero en el gesto de González -Pons queda implícita la satanización del señor Otegui, condenado por pertenencia a banda armada, enaltecimiento del terrorismo e intentar reconstruir la cúpula directiva de Batasuna. Oyendo a Pons, González, uno diría que hablaba de un asesino en serie. Pero explicarle la diferencia a este hombre podría llevar siglos.
Yendo un paso más allá en la capacidad argumentativa del ilustre vocero del Partido Popular, es evidente lo que esconde semejante declaración, salvo que haya sido inducida por el consumo de estupefacientes. Bajo ella se puede adivinar el frío y sin embargo peludo tacto del Miedo. Y le dejo a ustedes, que son muy listos y están llenos de sentido común, la interpretación de ese Miedo.