Los campos de fútbol de hierba natural, en peligro de extinción en la comarca
Por Diego Espiño
La llegada de la superficie artificial o sintética a las instalaciones deportivas ha revolucionado en los últimos años el panorama del fútbol comarcal, al igual que en la mayoría de regiones del país. Por un lado su implantación ha hecho desaparecer casi por completo los terrenos de juego de tierra, dejando a algunos de ellos en estado de absoluto abandono, y por el otro ha colocado en peligro de extinción a las instalaciones que gozaban de césped natural.
Muchos han sido los casos de equipos y ayuntamientos que han apostado por el cambio. Lo hizo por ejemplo Marín cambiando el tapete natural del Estadio Municipal de San Pedro por uno sintético en el año 2008, como sucedió en el campo de Vilaxoán en Vilagarcía, O Mosteiro en Meis o el campo de la Ciudad Infantil de Príncipe Felipe en Pontevedra en 2015. El cambio más reciente lo vivió Poio, en el campo de A Seca, reestrenado en septiembre de 2019.
"O peso máis importante de tomar a decisión foi que o campo puidese ter máis uso. Evidentemente un campo de herba natural ten un uso máis limitado, non podes facer tantos adestramentos ou meter tantos partidos na fin de semana", razona la edil de Deportes de Poio, Marga Caldas.
"Non quere decir que esteamos en contra dos campos de herba natural, é máis, a nós teríanos gustado seguir mantendo o campo, pero tes que tomar a decisión. Non estaba sendo rentable porque non se podía usar", argumenta la concejala sobre una obra que ascendió a 415.000 euros. Pese a todo advierte una realidad a la que ahora se empiezan a enfrentar muchas instalaciones, ya que "o sintético ten un periodo e tes que cambialo. Ten a parte boa que permite rentabilizalo pero logo ten esa outra parte que a X anos telo que cambiar, cando o natural se o coidas ben pode ser case indefinido".
En esta situación son ya pocas las instalaciones en las que se mantiene el césped natural. Más allá del Estadio Municipal de Pasarón en Pontevedra o A Lomba en Vilagarcía, en el que se llegó a plantear el cambio sin encontrar el consenso necesario para acometerlo, lo cierto es que las instalaciones deportivas de hierba se pueden contar con los dedos de las manos en la comarca, con el campo de Baltar en Portonovo, San Pedro en Vilalonga, A Senra en Ribadumia, el de Burgáns en Cambados, el Salvador Otero de A Illa, Mirallos en Moraña y As Canteiras en Cuntis, aunque este último con un uso centrado actualmente en el atletismo.
MORAÑA, UNA EXCEPCIÓN CON APUESTA DECIDIDA POR MANTENER UN CAMPO DE HIERBA NATURAL
Precismente uno de ellos, el de Moraña, es un ejemplo en la apuesta ya minoritaria de algunos por mantener mientras sea posible la instalación de siempre, con hierba natural. En este caso el campo de Mirallos se encuentra actualmente en obras para renovar sus instalaciones, estando prevista una inversión de casi 450.000 euros para reformar la grada, vestuarios o para implantar un nuevo sistema de riego, pero sin cuestionar la superficie.
"Seguímolo mantendo porque cremos que é primordial, e ademais é moito mellor para os xogadores en tema de lesións", defiende el presidente del Moraña CF, Germán Rúa, para quien el fútbol en terreno natural "é outra historia".
Rúa es consciente de que "costa cartos mantelo", pero defiende que "dálle prestixio á localidade" permitiendo incluso que grandes equipos visiten Moraña en torneos de preparación como sucede en el Carneiro ao Espeto. Además, resalta, "os campos de herba sintética tamén teñen un mentemento, se non tes a precaución de peinalo cada 15 días o campo váiseche en pouco tempo". En su caso es el propio Moraña el que se ocupa de la mano de obra diaria en el cuidado, con ayudas puntuales del Concello en asuntos como el sembrado o de la Deputación prestando maquinaria para su tratamiento.
EL PONTEVEDRA CF Y SU ETERNO PROBLEMA EN BUSCA DE CAMPOS PARA ENTRENAR
Eso en cuanto a fútbol regional o de base, donde la ventaja del uso intensivo ha decantado la balanza en la mayoría de casos, pero ¿qué pasa cuándo miramos hacia un fútbol más profesional? En el Pontevedra Club de Fútbol lo saben bien, pues llevan conviviendo con la problemática de falta de campos para entrenar mucho tiempo.
"Es un problema", reconoce el actual director deportivo granate, Toni Otero, ya que desplazarse a entrenar a los campos que mantienen superficie natural "es inviable porque supone desplazamiento de jugadores y de material de mínimo media hora de carretera". Por ese motivo han decidido esta campaña establecer su sede para entrenar entre Pasarón y el campo sintético de Gatomorto, en Xeve.
Otero se muestra crítico con esta situación asegurando que "si yo jugué aquí hace 20 años y seguimos con el mismo problema pues algo mal se habrá hecho para que el Pontevedra CF no tenga un campo de hierba natural. Entre todos creo que se tenía que haber gestionado y es un problema que repercute mucho en el día a día del equipo y del club".
El director deportivo, que reconoce el esfuerzo que se realiza desde la entidad para intentar mantener el verde de Pasarón y los planes para crear la anhelada ciudad deportiva, se mantiene contundente en su análisis. "El club a la larga si quiere crecer y estar bien lo primero es que Pasarón esté en perfectas condiciones para poder usarlo, que ahora no lo está, y luego tener un campo de hierba natural o una pequeña ciudad deportiva. Ese es el futuro".
El tiempo dirá si eso llega finalmente a ser una realidad o si la superficie sintética acaba de conquistar por completo los campos de fútbol de la comarca.
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