El Pontevedra desperdicia dos goles de ventaja en Villaviciosa y se la jugará en la última jornada (2-2)
Por Diego Espiño
Ni el mejor guionista de suspense podría haber diseñado una temporada como la del Pontevedra Club de Fútbol, condenado a jugarse su futuro en la última jornada recibiendo en Pasarón al Real Oviedo Vetusta, otro de los equipos que pelean por no bajar a la Tercera RFEF.
Los granates, vestidos esta vez de celestes, tenían en su mano dejar prácticamente sentenciada su presencia en la RFEF (o cerrada en función de los resultados de sus rivales) si vencían al Lealtad. Sin embargo cuando parecía encarrilado el trabajo y con un 0-2 en el marcador en el ecuador del segundo tiempo, todo se vino una vez más abajo en los instantes decisivos. Como una semana atrás un tanto en el tiempo añadido, esta vez en un saque de esquina, ha cambiado por completo el panorama emborronando un choque hasta ese momento bastante correcto.
Luisito retocó varias piezas en el once inicial. Con Charles tocado físicamente aunque en la convocatoria, entró en su lugar Oier, mientras que Jorge Fernández acompañaba a Rufo en ataque. Además Xisco Campos ocupaba el lateral diestro con Churre y Pol Bueso en el eje de la defensa de cuatro.
Arrancó bien platado el Pontevedra, acercándose a los dos minutos por primera vez con relativo peligro tras un robo en la medular y un balón filtrado de Jorge hacia Rufo, aunque al delantero se le atrancó el recorte y no pudo finalizar con acierto.
No parecía sufrir en labores defensivas el equipo pontevedrés, hasta que llegó uno de esos errores que han costado caro en más de una ocasión esta temporada. Álvaro Cortés intentaba sacar rápido con la mano y su envío golpeaba en Pol Bueso involuntariamente, dejando franco el disparo a Gabri Salazar. El central, viendo el peligro, interceptaba el disparo con la mano con la consiguiente amarilla. Un mal menor. Pronto se cargarían tres de los cuatro defensas con amonestación (Churre de manera incomprensible tras un resbalón y Xisco por protestar).
Aunque se llevaba la iniciativa, y Álex González lo probaba desde lejos, no fue en el juego posicional como llegó el 0-1, a los 22 minutos. El Lealtad sacaba una falta lateral que Rufo despejaba de cabeza. Álex bajaba el balón para Zabaleta lanzando una rápida transición con un envió cruzado a la carrera de Oier. El extremo recibía, controlaba y veía la llegada del propio Rufo recorriendo todo el campo para cazar su centro raso y enviarlo al fondo de la red. Un gol que valía oro.
Poco después, en el 27, y en una acción a balón parado, pudo llegar el segundo, aunque el remate de Churre tras un rechace se marchó desviado por muy poco.
En ventaja, el Pontevedra cedió un poco de iniciativa a su rival. De esta forma los de Villaviciosaa empezó a ganar un poco más de protagonismo en el tramo final del primer tiempo sin llegar a amenazar seriamente. Su producción ofensiva se limitó a un disparo lejano de Sandoval al que respondió con seguridad Álvaro Cortés.
Tras el paso por vestuarios de nuevo fueron los de Luisito los que empezaron llegando con mayor peligro. Rufo rozaba el segundo en un disparo con poco ángulo, y Álex cazaba un envió en largo para conectar un chut que desviaba a corner con muchos problemas el guardameta local. Fue un preludio del 0-2. Corría en minuto 61 y el capitán ganaba con profundidad la banza izquierda, ponía un centro por abajo y Rufo remataba. El balón pegaba en el palo pero Oier atento recogía el rebote para marcar.
Podía ser la sentencia, salvo que sólo 6 minutos después el Lealtad se encontraba con un gol que relanzaba sus opciones. Centro pasado desde la derecha que no acierta a despejar la defensa, bota en el área y Gabri Salazar bate a Álvaro con potencia. No había opción a relajarse, tocaba sufrir.
Los asturianos no renunciaban a sus escasas opciones de permanencia. Necesitaban un milagro, una carambola que pasaba primero por ganar, y aunque sin muchas ideas y con más corazón que claridad dieron un paso al frente. Aún así, a excepción de una parada de Álvaro a disparo de Unai, no se producían ocasiones.
Así se llegó al fatídico tiempo de descuento. Era el minuto 91 y en un saque de esquina Maissa aprovechaba un balón suelto para, de remate acrobático, hacer el empate. Todo un jarro de agua fría. Aún así Rufo de cabeza en el 93 y sobre todo Álex González a 10 segudos del final pudieron salvar los muebles. El remate del primero se fue desviado y el segundo, en una rápida contra, se plantó sólo ante Mateusz. Ahí estaban los tres puntos, pero el guardameta ganó el mano a mano dejando al Pontevedra totalmente congelado. Habrá que sufrir 90 minutos más, esperando que la película de suspense no se convierta en una de terror. Al menos los de Luisito mantienen algo a su favor, depender de sí mismos en la jornada decisiva.
CD LEALTAD (2): Mateusz, Miguel Obaya, Paul Otia, Jordi Pola (Saha, min.60), Gayoso, Maissa, Álex Iriondo, Kofi Atta (Jorge Sáez, min.60), Unai Hernández, Gabri Salazar, Sandoval.
PONTEVEDRA CF (2): Álvaro Cortés, Xisco Campos, Churre, Pol Bueso, Eneko Zabaleta, Oier Calvillo (Damià Sabater, min.71), Borja Martínez, Imanol, Jorge Fernández (Iñaki, min.65), Álex González, Rufo.
Árbitro: Ekaitz Garcia Arriola, auxiliado en las bandas por Gómez Landazabal y Guijarro Mercado (País Vasco). Amonestó a Paul Otia y a Jordi Pola en el Lealtad y a Pol Bueso, Xisco Campos, Imanol, Iñaki y a Churre en el Pontevedra.
Goles: 0-1 Rufo, minuto 22; 0-2 Oier Calvillo, minuto 61; 1-2 Gabri Salazar, minuto 67; 2-2 Maissa, minuto 91.
Incidencias: Partido de la jornada 7 de la fase por la permanencia en la Segunda RFEF disputado en el campo municipal Les Caleyes de Villaviciosa, con aforo limitado a 300 espectadores.
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