MiniPazo Club, una propuesta lúdica y cultural para los pequeños de la casa
Dentro de la programación del Pazo da Cultura, los niños siempre han tenido un protagonismo especial. No solo con el Salón do Libro, la estrella de la oferta cultural en la ciudad, sino con otras actividades que, año tras año, se han ido abriendo un hueco entre las preferencias de las familias pontevedresas como Domingos do Principal, el Festival das Núbebes o, más recientemente, el Festival das Cóxegas.
Son, todos ellos, programas que buscan que los más pequeños de la casa tengan sus primeros contactos con las artes escénicas, educándolos para crear desde la infancia un público crítico, fiel y educado.
Pero en los últimos años, también se ha apostado por un ámbito más formativo y lúdico. Se trata de obradoiros en los que los niños pueden desarrollar sus inquietudes artísticas y que han sido agrupados bajo la denominación de MiniPazo Club.
En total, son cuatro talleres: A procura do tesouro, A hora do conto, Experimenta y RockLab.
Las cuatro propuestas, que ofertan cerca de 300 plazas en total, están promovidas por la Concejalía de Cultura del Concello de Pontevedra. Son desarrolladas íntegramente en gallego y, dirigidas a niños entre 4 y los 16 años, y sus sesiones -que se celebran a lo largo de la semana en diferentes grupos- tienen lugar en las instalaciones del Pazo da Cultura.
A procura do tesouro es un taller impartido por monitores de la compañía Migallas Teatro, bajo la coordinación de María Campos. Se trata de un programa de expresión dramática, plástica y musical, destinado a niños entre los cuatro y los dieciséis años. En él, se trabaja para estimular la fantasía y las aptitudes comunicativas y creativas de los niños, fomentando el aprendizaje de nuestro folclore y de nuestra ciudad y favoreciendo la expresión oral y escritura en gallego.
"Aquí facemos un pouco de todo", explica María Campos. "Son sesións de hora e media concibidas para que o neno estea en activo desde o momento no que chega". Comienza siempre, señala, con una parte en la que los niños escuchan historias y cuentos en torno al arte o el pintor sobre el que se está trabajando y, a continuación, disfrutan con la expresión plástica "no sentido amplo da palabra", ya que "pintan, cosen ou recortan sobre o tema de cada día".
La coordinadora de Migallas afirma que cada taller "é un mundo" y eso se nota, sobre todo, en la parte dedicada a la expresión dramática. "Diante do grupo vanse expresando de moitas maneiras: falando, sorrindo, bailando… o que pretendemos é que se expresen e saquen fóra o que levan dentro, xogando con todo o que teñen ao seu alcance", asegura, ya que el objetivo es que los niños se desinhiban. Y por eso buscan cosas nuevas para cada sesión.
El resultado es magnífico, según reconoce María Campos. "É algo marabilloso. Cada sesión é como se sairamos ao escenario e, tamén para nós, é unha aprendizaxe constante", subraya minutos antes de comenzar uno de estos talleres. "Sorpréndete mesmo cun simple debuxo, coa forma coa que cho explican. Alucinas porque a súa maneira de contar as cousas é fabulosa. É toda unha paixón. Se non o vives así, non vale para nada", concluye.
La cara más musical de los talleres infantiles del Minipazo Club viene de la mano de RockLab Team, un colectivo formado por los músicos Gonzalo Maceira, Alejandro Gayoso y Violeta Mosquera. Es una actividad dirigida a niños mayores de cuatro años. Según las edades y los conocimientos previos de los menores, cada grupo persigue unos objetivos diferentes que van desde las primeras nociones de la música o la creación de una banda hasta la grabación de un disco.
Después de la experiencia del año pasado, según explica Gonzalo Maceira, tenían claro que "queríamos hacer un poco de cantera con los más pequeños", comenzando a vivir la música desde el principio. Todos ellos, dice, tienen un "gran sentido musical". Y con los grupos que ya se habían formado "apostamos por ser más creativos", de forma que lleguen a crear sus propias bandas y componer texturas y canciones.
Así, entre los mayores, cada monitor hace de tutor de una banda para que vayan trabajando entre ellos de forma coordinada y, las más avanzadas, formaron un grupo solo de chicas "que construirán una banda desde cero, las llevaremos a un estudio, grabaremos con ellas un videoclip y les produciremos un disco", explica este músico que, en la actualidad, dirige la actividad de la banda juvenil Furious Monkey House.
A él "siempre me sorprenden porque veo que hacen cosas que yo a su edad no hacía ni de broma, tienen una chispa increíble". Todo eso, según explica, se fomenta porque en este taller "les damos un punto creativo y espontáneo, una libertad en donde cada uno pueda hacer lo que les de la gana y encontrar un sentido dentro de un equipo… y ellos lo viven todo que es una caña verlos".
A hora do conto es un proyecto de animación a la lectura que viene de la mano de Pavís Pavós, un grupo de narradores liderados por Tareixa Alonso y Xacobe Rodríguez que tienen la finalidad de transmitir a los niños, a partir de los cuatro años, el gusto por los libros. Partiendo de la oralidad, trabajan en torno a las historias tradicionales gallegas para estimular la imaginación a través de los sentidos. Todo eso bajo el título Pico, pico, mazarico, tomado de una letanía tradicional.
"Buscamos introducir os nenos no mundo da lectura a través dos contos e dun xeito lúdico", asegura Tareixa Alonso, señalando que su compañía apuesta por transmitir la tradición oral gallega y "xogando con ela". Así, entre otras actividades, los niños hacen juegos y adivinanzas, aprenden canciones y hacen cuentos de nueva creación. Todo eso atendidos en todo momento por varios monitores que los ayudan a leer los cuentos "e conversan con eles".
Los niños "responden moi ben" a estas propuestas, según la integrante de Pavís Pavós, que explica que después de una primera aproximación a los cuentos que tienen a su disposición, escuchan una sesión de cuentos y a continuación ellos mismos desarrollan su creatividad y se ponen manos a la obra con actividades que tengan que ver con la temática de las historias que acaban de compartir. Y todo eso de una manera divertida.
Así, apelando a la originalidad e imaginación de los niños, los monitores proponen juegos y todo tipo de actividades relacionadas con el entretenimiento o fomentan la expresión plástica para crear un ambiente en el que la lectura se convierte un punto de partida de un mundo lleno de fantasía y aventuras.
Experimenta es un taller impartido por la artista Itziar Ezquieta que busca despertar el interés de los niños por el mundo del arte, el diseño, la arquitectura o la cultura visual de una manera diferente, multidisciplinar y abierta. Está dirigido, en diferentes grupos, a niños de entre cuatro y doce años. Aprovechando su cercanía a la sala de exposiciones del Pazo, presenta actividades que provocan que los participantes comiencen a apreciar el universo artístico.
Según explica Itziar Ezquieta, este taller trabaja por proyectos vinculados al mundo de la creación y la cultura visual, aprovechando la temática, estética y contenidos de la programación expositiva del Pazo da Cultura. "Es una iniciativa creativa que va más allá de simple cultura, se trata de acercar a los niños de forma lúdica al arte", asegura, aunque matiza que "no es un taller de pintura al uso".
Se trata, señala, de "hacer ver al niño cómo se puede integrar en el mundo del arte a través de experimentos visuales", llegando a incluir incluso el cine y las artes audiovisuales con la incorporación en la programación de cortometrajes de animación. Y cada sábado -día en el que se celebran las sesiones de este taller- con una temática diferente y actividades que, incluso, se adaptan a los gustos de cada uno de los niños
Para avanzar en esta aproximación, la monitora apuesta por jugar con las exposiciones y, entre otras actividades, propone a los niños localizar fragmentos de los cuadros, repartir mapas en los que situarse y encontrar obras determinadas o, en el caso de los más mayores, hacer que se fijen en las piezas expuestas y, después de volver a la sala de trabajo, tratar de hacer una reproducción a partir del recuerdo que les quedó de ellas.