Un curso de plazo para intentar evitar el cierre del Centro de educación infantil Campelo
Por Anxo Lourido
Las madres y padres de los alumnos del Centro educativo infantil (CEI) Campelo se mantienen en lucha a través de una campaña de protestas para intentar evitar el cierre de esta escuela situada en la Plaza da Granxa. Les queda un año para lograrlo. El próximo curso solo entrará en funcionamiento una unidad educativa para 16 niños de cuatro, cinco y seis años con la intención de que al término de ese curso cese la actividad porque la Xunta no mantendrá el concierto al entender que hay plazas de las mismas características en centros públicos. Esta escuela concertada depende de Afundación, desde donde se señala que a partir de 2010 se vieron muy reducidas las matrículas. De las 75 plazas que se ofertaban solo se cubrieron 25 en 2015.
Las madres afectadas mantuvieron reuniones con representantes de Afundación y con el jefe territorial de Educación, César Pérez, a lo largo de los últimos meses, para evitar que cese el concierto. Incluso llevaron a cabo actos de protesta ante el centro e iniciaron una recogida de firmas, tanto presenciales como a través de la página Change, sumando más de 3.000 apoyos. A pesar de estas iniciativas, por el momento no han obtenido resultados satisfactorios y manifiestan que lo que no quieren es que les cierren el centro "de golpe e porrazo" en el que trabajan cinco empleados, según los datos ofrecidos por Afundación, cuatro educadores y una cocinera.
La Xunta decidió que los 9 niños de 3 y 4 años matriculados en esta guardería fueran escolarizados en otros centros públicos para reducir el concierto a una sola unidad. El CEI Campelo lleva funcionando desde 1978 y desde 2006 se convirtió en un centro concertado con la Xunta de Galicia. Entre otras características, el espacio cuenta con comedor propio, con una huerta y aplica el Plan Madruga. Estas ofertas diferencian a este centro de otros de Poio. De hecho, la concejalía de Educación intentó implantar el sistema de comedor en el centro de A Seca sin éxito.
Las madres, encabezadas por Sonia Montero, indican que antes había lista de espera para entrar en este centro hasta el punto de que familias de Pontevedra se empadronaban en Poio para poder matricular a sus hijos en la escuela. Sin embargo, ahora la demanda se redujo al no existir educación primaria y los padres tienen miedo a que, después, los niños no puedan acceder al colegio de Primaria en que desean matricularse.
Desde Afundación señalan que la única solución para el centro sería la aparición de un operador que gestione el centro a partir de 2016-17. La oferta se encuentra abierta y esperan que las empresas interesadas realicen estudios de mercado para poder mantener la actividad. Sin embargo, las madres afirman que el delegado de Educación, César Pérez, les apuntó que por parte de Afundación había escaso interés en el centro.
Las 34 familias afectadas alertan de que aumentarán sus actos de protesta con el objetivo de que el CEI Campelo pueda continuar acogiendo escolares. Y aprovechando la relación entre Afundación y Abanca, los afectados tienen previsto cancelar sus cuentas en esta entidad bancaria y ya cuentan con el apoyo también de las mariscadoras de la zona e incluso, según manifiesta Sonia Montero, estudian que la lonja de Campelo deje de operar a través de Abanca.
Este viernes 19 entregaron firmas a través de un correo interno y una carta abierta en nombre de la asociación al presidente y al gerente de Afundación y al presidente de Abanca reclamando la continuidad de la escuela.
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