La conductora kamikaze de la AP-9 podrá quedar sin carné a los ocho meses de sacarlo
Por Natalia Puga
La conductora que a primera hora de la mañana del mares circuló en sentido contrario durante diez kilómetros de la autopista AP-9 podrá perder el carné tan solo ocho meses después de haberlo sacado.
La joven, de 18 años y vecina de Meaño, está citada para un juicio rápido el próximo martes 13 de noviembre en el Juzgado de Instrucción número 1 de Caldas de Reis.
Fuentes judiciales han confirmado que el fiscal esperará a conocer todos los detalles del atestado de la Guardia Civil de Tráfico para formular su acusación, pero todo apunta a que le acusará de un delito del artículo 381.1 del Código Penal, esto es, conducir con temeridad manifiesta y poniendo en peligro la vida o la integridad de las personas.
Al margen del tipo penal que se aplique finalmente, una medida que sí solicitará el fiscal es la retirada temporal del permiso de conducir, que, en su caso, lleva vigente tan sólo ocho meses.
El fiscal señala que la conductora fue temeraria, pero no suicida
Un análisis inicial de los hechos llevan al fiscal a señalar que la conductora fue temeraria, pero no suicida. Unida a que la chica carece de antecedentes y es el primer incidente de estas características que protagoniza, esta circunstancia llevará al fiscal a aplicarle la mitad inferior de la pena establecida para este delito, que sería de dos a cinco años de cárcel. En su caso, como mucho, se enfrentaría a un máximo de año de prisión y nunca llegaría a estar privada de libertad.
Los datos relativos al incidente resulta contradictorios entre la versión policial y la aportada por la propia protagonista. Según ella, entró en la autopista en Pontevedra dirección Santiago y, cuando se dio cuenta de que no era el camino que quería tomar, cambió de sentido y comenzó a circular en sentido contrario. Según la Guardia Civil, ya entró en sentido contrario en el peaje de Curro.
Según la Guardia Civil, con su conducta provocó cinco accidentes porque los conductores de los vehículos implicados intentaron evitar la colisión frontal contra la infractora, viéndose obligados a desplazarse bruscamente al arcén golpeando contra las vallas de protección de la calzada.