Detenida una mujer de 40 años que tuvo un altercado en un bar y luego desobedeció y atacó a la Policía Local
Por Natalia Puga
La Policía Local de Pontevedra detuvo el martes a una vecina de la ciudad de 40 años como presunta autora de los delitos de atentado y resistencia a la autoridad tras haber protagonizado un altercado en un bar del casco histórico y atacar e insultar a los agentes que acudieron para identificarla.
Los hechos ocurrieron sobre las 15.00 horas de este martes 3 de octubre. Una trabajadora de un local del casco histórico llamó a la Policía Local porque acababa de tener un problema con una clienta, que en ese momento estaba tirada en la calle.
A la llegada de los agentes, la mujer estaba tirada en la vía pública y, aparentemente, no respondía a estímulos. Los agentes se acercaron y le preguntaron cómo estaba, pero ella no les respondió. Según fuentes de la Policía Local, la mujer estaba consciente y les miraba, pero no les respondía.
Los policías llamaron a una ambulancia y, en ese momento, la mujer se levantó con intención de irse. De forma sorpresiva, se abalanzó sobre los policías y a uno le propinó un bofetón que logró esquivar.
La mujer siguió atacando a los policías, a los que arañó en el cuello y gritó: "hijo de puta, te voy a matar", hasta que finalmente, entre varios, lograron reducirla y detenerla por resistencia y atentado.
Tanto la mujer detenida como uno de los policías fueron trasladados al Hospital Montecelo con lesiones y luego ella derivada a la Comisaría de la Policía Nacional. Allí, quedó en libertad a la espera de ser requerida por el juzgado.
Los policías que actuaron en esta intervención también conocieron, a través de una trabajadora, lo ocurrido previamente en el interior del restaurante. Según les relató, la mujer entró en el local pidiendo un vino a pesar de que ya se notaba que estaba bajo los efectos del alcohol o de otras sustancias.
Cuando la empleada le sirvió el vino y un pincho, se quejó porque no le parecía que la cantidad fuese suficiente y empezó a dirigirle improperios y insultos como "hija de puta" .
A continuación, se dirigió al servicio con la copa de vino y el pincho en la mano y, cuando le llamaron la atención, empezó a esparcir el contenido por el establecimiento.
Dado que no cesaba en su actitud, la responsable del negocio le pidió que se fuese, incluso perdonándole la consumición, que no tenía que pagarla. Sin embargo, la clienta dijo que no se iría y se tiraría en la calle. Y así hizo. Una vez en la calle, se tiró por unas escaleras cercanas en la calle Manuel Quiroga. Y fue en ese momento cuando alertaron a la Policía Local.