Encierro exprés de la CIG en una oficina bancaria para denunciar la carestía de la vida
Por Oskar Viéitez
La CIG ha celebrado este miércoles una asamblea en la que participaron 160 delegados para analizar la actual situación económica, laboral y social.
A su término, sobre las doce del mediodía, ha tenido lugar una concentración en la Praza da Peregrina, un acto de protesta que también se repitió simultáneamente en las siete ciudades gallegas, tal y como estaba anunciado.
Lo que no había explicado la CIG era su intención de completar esta jornada de movilización con un encierro de 15 minutos en una oficina bancaria. En el caso de Pontevedra fue en la sede del BBVA en la calle Gutiérrez Mellado.
Así que, los 160 delegados sindicales entraron en el banco y el secretario comarcal Marcos Conde explicó a los clientes y a los empleados del BBVA el motivo de su protesta y les pidió disculpas por las molestias causadas con esta acción aclarándoles que no iba dirigida contra ellos. Pasados diez minutos remató la protesta y salieron del banco. Varios agentes de la Policía aguardaban fuera por si se producía algún incidente, algo que no ocurrió.
Lo que hoy quiso denunciar la central sindical es el "gravísimo incremento" de los precios de los productos de primera necesidad, que está provocando, a su vez, un "crecemento desbocado da inflación".
Marcos Conde explicó como esta situación, junto a la subida del Euríbor, "está a afogar economicamente ás familias e á clase traballadora no seu conxunto" y frente a ello están "os beneficios millonarios de banca, multinacionais enerxéticas e grandes cadeas de alimentación".
El secretario comarcal de CIG reconoce que lo que hoy están demandando "levamos xa moito tempo denunciando e vemos que non hai cambios" pero insisten igualmente en que "a crise non podemos pagala a clase traballadora".
"Estamos a ver como todas as medidas que se están adoptando repercuten moi positivamente nos saldos e balances de contas de resultados das grandes empresas e dos bancos", ha lamentado el dirigente sindical.
"Nós non podemos considerarnos cómplices e temos que saír á rúa para denunciar isto que para nós é un roubo". ha concluido Marcos Conde.