Los postres (y la barba) del repostero de Bellas Artes no gustan en el programa de Cuatro
Por Redacción
Vista y no vista. Así fue la incursión del pontevedrés Daniel Diéguez en el programa de Cuatro Deja sitio para el postre. El hombre, investigador de la Universidad de Vigo, graduado en Bellas Artes y máster en Artes Contemporáneas, se convirtió este martes en el primer expulsado de este concurso gastronómico, entre otras razones, por no haber afeitado la barba.
El jurado integrado por los reposteros Sergi Vela, David Pallás y Amanda Laponte (el mismo que lo había seleccionado como concursante) dio por concluida su participación en este espacio, tras una prueba técnica en la que se midió a otra concursante por la última plaza vacante para continuar en el programa.
Después de que sus postres no fuesen seleccionados por un grupo de críticos gastronómicos en una primera fase, ambos se midieron en un 'cara a cara' en el que tenían que elaborar un macarón (pastelito tradicional francés) siguiendo las indicaciones del repostero Paco Torreblanca.
La propuesta presentada por Diéguez fue defendida por el jefe del equipo del que formaba parte el universitario, David Pallás, que destacó su pasión y creatividad. El pontevedrés no convenció a Vela, quien le tildó de "bohemio" y criticó que no se hubiera afeitado la barba, como le había sugerido en el cásting. Así pues, resultó decisivo el voto de Amanda Laponte, a quien tampoco convenció el dulce preparado por Diéguez en esta decisiva prueba.
De la expulsión se hizo eco el Diario de la Universidad de Vigo, que recoge que la capacidad para aplicar su formación artística a la creación de postres permitió a Daniel Diéguez ser seleccionado entre cerca de 3.000 personas para entrar a formar parte del elenco de 18 participantes que competían en el programa por ser reconocidos como el mejor repostero amateur de España. "Hace años sentí la capacidad de crear cosas que desapareciesen", afirmó Diéguez cuando se presentó en patines al cásting del programa.
A su entrada al programa televisivo, Diéguez explicaba que fue mientras realizaba su trabajo de fin de grado cuando prendió en él el interés por la repostería como un campo en el que poder dar salida a su creatividad y aplicar lo aprendido en Bellas Artes a la creación de obras comestibles. De hecho "artes en dulces personalizados" son el lema de Fogar 12 Fogar, una de las iniciativas desarrolladas en la incubadora empresarial de la Universidad ganadoras de la segunda edición de los premios INCUVI-Emprende. Su idea con este proyecto, explicaba entonces, era la de llevar su formación a "algo más inmediato, que la gente pueda demandar en estos tiempos tan complicados, entendiendo que hoy en día el consumidor está orientado hacia un producto relacionado con el ocio".
El DUVI recoge que parece que a este integrante del grupo de investigación PE4 'Fondo de arte y cultura contemporánea' de la Facultad de Bellas Artes, que actualmente está preparando su tesis de doctorado, no le preocupa demasiado que sus creaciones perduren en el tiempo. Es más, el año pasado Diéguez sacó a subasta a través de las redes sociales buena parte de su producción artística no efímera al simbólico precio inicial de 10 euros.