El interés por las viviendas unifamiliares que impulsó la pandemia pervive en Sanxenxo, en pleno boom de licencias urbanísticas
Por Redacción
La actividad urbanística de Sanxenxo ha sido intensa durante el año 2022. El interés por las viviendas unifamiliares que repuntó con la pandemia de la covid-19 pervive en el municipio y se ha traducido en un aumento de las licencias de obra solicitadas durante el último año.
Según el balance oficial realizado por el Concello de Sanxenxo, el año pasado recibieron un total de 156 solicitudes de licencias de obra en 2022, un 38% más que en 2021.
La mayor parte de estos permisos pertenecen a viviendas unifamiliares y también se tramitaron 51 licencias de primera ocupación y 25 de parcelaciones urbanísticas o de segregación,.
El departamento de Urbanismo registró en 2022 "un importante incremento en arreglos de cubiertas y fachadas de edificios", según explican desde el Concello.
Según las cifras oficiales del departamento que gestiona la concejala Flavia Besada, se solicitaron también 569 comunicaciones previas para obras menores.
La reactivación del sector del ladrillo en el municipio se constata con la reactivación de grandes promociones como las que se están llevando a cabo en los terrenos de la antigua discoteca Zoo, en Luis Rocafort o la que actualmente se está ejecutando enfrente a la playa de Foxos.
Las comunicaciones previas por inicio de actividad fueron 54 durante 2022 y las altas de abastecimiento y suministro de agua potable, 159. Además, se tramitaron un total de 200 solicitudes de informes y de certificados urbanísticos.
En cuanto a expedientes de reposición de la legalidad, hubo 25. A la caducidad de las 10 licencias de estructuras urbanísticas cuya tramitación comenzó en febrero del año pasado se sumaron otras 15 que obligaron a abrir un total de 25 expedientes de reposición de la legalidad urbanística en 2022. Entre las edificaciones con licencia caduca se encuentra un hostal en Arra y varias estructuras en Noalla.
El Concello tiene previsto continuar este año poniendo fin a las estructuras que llevan años paralizadas y las edificaciones que generan los efectos propio del feísmo y provocan graves problemas de salubridad y seguridad en sus entornos.