Emilio Froján, el caldense que compite con las startup más prometedoras del mundo: "Lo que pretendo es visibilizar el talento gallego"
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Emilio Froján (Caldas de Reis, 1991) pone este lunes rumbo a San Francisco (California), donde el miércoles, 28 de septiembre, le espera la semifinal de la Startup World Cup. Considerada la competición mundial del emprendimiento, cada año reúne en Silicon Valley a las mejores empresas emergentes y CEOs y él será el primer gallego en participar. Este año, además, será el único español en competición, entre 40 firmas tecnológicas punteras de todo el mundo. Si el 30 de septiembre llega a la final y su proyecto conquista al jurado, también podría hacer historia, pues nunca hasta ahora un europeo ha ganado en esta cita.
Este joven caldense representa a la compañía Velca creada en 2020 y especializada en la fabricación de bicicletas, ciclomotores y motos eléctricas con batería extraíble. (consulta el proyecto).Ya en 2021 fue elegida la Mejor Marca de Motos Eléctricas en Europa y hace justo un año, en septiembre de 2021, fue seleccionada como mejor startup del mundo en el Congreso Internacional de Startup Olé, también en San Francisco.
Ahora, el reto es mayor, pero también su currículum. Disputará el millón de dólares del premio con apenas 30 años y cuando acaba de ser seleccionado por la revista Forbes en el ranking nacional de 100 personas más creativas de España. Y lo hará, además, con la energía extra que le aporta saber que, en caso de traerse el premio a casa, servirá para cumplir uno de los sueños que persigue desde hace años: visualizar el talento gallego y poner a Galicia en el radar del emprendimiento. Lo destinará a hacer realidad un centro de producción de Velca en su tierra.
Una semana después de que hagamos esta entrevista puede que hayas ganado el Startup World Cup. ¿Te da vértigo?
Estamos muy ilusionados. Todo el equipo, yo, mi familia. Y es cierto no es la mayor de mis prioridades y no es lo que me quita el sueño, pero sí algo que nos ilusiona muchísimo.
Es primera vez que un gallego llega a este momento de la competición. ¿Qué sientes ante este logro?
Para mí es una oportunidad muy grande porque ya desde hace muchos años lo que pretendo es visibilizar el talento gallego, por eso fundé el instituto Galego do Talento, como una asociación que pretendía unir a gallegos que están por el mundo y buscar oportunidades de retorno para todo ese talento que se va. Y también me gusta visibilizar el talento emprendedor porque, al final, cuando visualizas las cosas, generas capacidad de adopción, de que haya gente joven mirándote y que se pueda inspirar en ti para que ellos vean que también es posible emprender. Emprender, en mi caso, con pocos recursos, en un familia normal, con un entorno normal, universidad pública… Por decirlo claramente, emprender siendo pobre, que es lo difícil en esta sociedad.
Tienes mucho empeño en ayudar a los demás en el camino emprendedor. Das clases, conferencias… ¿intentas suplir un apoyo que tú no tuviste al emprender?
Cuando se emprende, se necesitan, sobre todo, tres cosas: conocimientos, experiencia y capacidad relacional. Y son tres cosas que habitualmente no encuentras en el sistema educativo, tienes que buscarlas por fuera. Pero emprender con éxito no es una cuestión de suerte. Tampoco de compromiso. Tampoco es una cuestión de sacrifico o de pasión porque conozco muchos emprendedores que le dedican a su proyecto 24 horas al día y no sale adelante. Emprender es un oficio como el de un médico o un abogado y, como cualquier oficio, necesitas entender, dominar metodologías y herramientas y aplicarlas de forma correcta. Lo que pasa es que un proyecto de emprendimiento se requieren muchos años para saber si va a tener éxito o no.
Vosotros, con Velca, habéis tardado muy poco en tener éxito, y tras nacer en plena pandemia. ¿Cuál es el secreto?
Uno de los secretos por los que pudimos crecer tan rápido, realmente, es porque teníamos un equipo formado. Cuando yo creo Velca, ofrezco la oportunidad de ser cofundadores del proyecto a mis antiguos empleados de VOI. Eso es un intangible increíble. Traerte un equipo ya formado, una estructura ya formada… ya te has comido una etapa del camino. Creo que esa ha sido una de las claves para poder crecer tan rápido.
"Si ganase el millón de dólares de San Francisco, todo el dinero se trasladaría directamente a Galicia"
Siempre ejerces de gallego allá donde vas y tiras para casa. Ahora estás intentando un proyecto para que se produzca en Vigo. ¿Cómo va?
Estamos ahí entre Vigo y Caldas de Reis porque mi pueblo siempre está presente. Esta semana hemos tenido una reunión con Xesgalicia. Tenemos que seguir charlando con Vigo Activo porque es un proyecto en el cual se necesita la participación de la Administración pública. Es un proyecto de envergadura donde yo me he comprometido a traer el 75% del capital de fuera de inversión privada y la intención que esa inversión pública vaya directamente destinada a empleo, a industria aquí en nuestra tierra. De hecho, y lo puedo dejar por escrito, si ganase el millón de dólares de San Francisco, no iba a tocar un euro. Todo el dinero se trasladaría directamente a Galicia.
¿Está siendo muy complicado?
Está siendo retador, como todas las ampliaciones de capital, todos los proyectos de crecimiento rápido. Porque tu entras en una empresa normal y, como mucho, te pueden exigir crecer a un ritmo de un 10%. Yo vivo con la presión de crecer a ritmos de un 150% cada año. Estamos trabajando en ello y estamos muy ilusionados porque creo que Galicia necesita un proyecto un poco fresco, revitalizan. Ya van varias cosas que no nos han salido, el tema de la mega factoría de baterías, tampoco está habiendo nuevos proyectos de coches eléctricos que se vayan a producir aquí. Se necesita algo que ilusione. Además, que Galicia lo que más exporta es automoción.
Hablas de Vigo y de Caldas…
Tiene toda la lógica del mundo porque el suelo en Vigo está bastante caro y Caldas está a 30 minutos. Las relaciones con la Alcaldía son muy buenas. Y, después, yo escucho mucho a la gente lo que me dice por redes sociales y, aunque al principio haya cosas que me sientan mal, después recapacito en casa y digo: joder, pues tienen razón. ¿Por qué todo se lo tienen que quedar las grandes ciudades? ¿Por qué no apostamos también por los pueblos? Y ya ha habido varias personas que me han aconsejado en esa dirección. He reflexionado y es algo que dejo encima de la mesa; no todo tiene por qué irse a las grandes ciudades. Se puede innovar y se pueden hacer proyectos que crezcan también en los pueblos y creo que es muy importante visibilizar aquello que pueda crecer en un pueblo.
"Se puede innovar y se pueden hacer proyectos que crezcan también en los pueblos"
Comprometes el millón de dólares. Después de eso, ¿cuánto quedaría por conseguir?
Entre cuatro y cinco millones.
¿Y es factible?
Sí, es muy muy factible. Está todo muy bien encaminado, realmente. Falta cerrar los flecos con la administración pública, pero las conversaciones me producen muy buenas sensaciones y hay mucha asertividad por todas las partes, por la nuestra, por el capital privado y por los vehículos de inversión públicos. Yo creo que todo queremos lo mismo: ver a Velca en Galicia, ver aquí un centro de producción y conseguir generar más oportunidades para que el talento se desarrolle aquí. Y, después, a mi personalmente, también me interesa crear un caso de éxito en Galicia porque sería la ronda de inversión más grande de una startup en Galicia porque quiero que los emprendedores también vean que hay oportunidades aquí, que no tienen que irse fuera. Que es verdad que yo empecé el proyecto en Alemania, después lo desarrollé en Madrid y cerrar el círculo y volver a Galicia y volver a mostrar que puedes salir y volver y hacer que las cosas crezcan aquí. Ofrecer oportunidades de valor para la gente de Galicia es perfecto, es como cerrar el círculo.
"Me interesa crear un caso de éxito en Galicia, porque quiero que los emprendedores vean que no tienen que irse fuera"
Igual que este proyecto va bien encaminado, ¿Cómo de bien encamino crees tú que va el premio?
Es complicado. Yo no quiero hacer ilusiones a nadie. Sería como si El Salvador gana un Mundial. Después pueden pasar muchas cosas. Me penaliza mucho el formato, pero si llegamos a la final, creo que puede pasar cualquier cosa.
Hace un año conseguíais el Congreso Internacional de Startup Olé.¿Te recuerdan las sensaciones de ahora a las de entonces?
La verdad es que sí porque el Startup Olé no lo esperábamos y, de hecho, no íbamos a participar porque decidimos participar una semana antes porque nos invitó una empresa. Y después ganamos y me dijeron del jurado que con solvencia. Eso me sorprendió mucho. Y este año es que no sé qué me voy a encontrar. Los asiáticos siempre traen algo super revolucionario, los estadounidenses juegan en casa… Siempre ganan los asiáticos y los estadounidenses.
¿Qué le dirías a una persona que ahora mismo quiera empezar por este camino del emprendimiento?
Si se está planteando emprender, yo le diría que fuese una persona muy abierta de mente, que haga muchos favores a los demás, que tenga una clarísima vocación de servicio porque el día que quiera emprender, va a necesitar de favores y, al final, solo recoge quien siembra.
¿Tú sembraste mucho?
A mí siempre me criticaron por hacer demasiados favores a la gente, me criticaban por hacer mucho voluntariado de todo tipo, pero al final hay algo ahí, una especie de energía, que cuando tú das, recibes. Es más, recibes con intereses. Porque yo, cuando necesité ayuda, porque he necesitado mucha para levantar todo esto, cuando la he pedido, me la han dado. Y por eso me siento una persona que estoy muy agradecido.
Aparte de que la empresa te va bien, también figuras cada dos por tres en todo tipo de listas, los más creativos, los 21 protagonistas del cambio… ¿Cómo lo vives?
Un premio muy bonito, pero a mí el reconocimiento que más me importa es el de mi entorno más cercano.
¿Y lo tienes?
Lo tengo… Me acuerdo de mi padre cuando me hacen estas preguntas. Es que mi padre falleció en el covid y se perdió todo esto… Pienso en él.
(Finalizamos la entrevista con Emilio Froján incapaz de contener la emoción del recuerdo, demostrando que el talento, en su caso, viene acompañado de gran empatía y humanidad).
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