Se inventa un desahucio inminente para pedir dinero a una amiga de la familia y lo usa para comprar un BMW
Por Natalia Puga
Una pontevedresa debe cumplir una pena de dos años de prisión por una estafa cometida en el año 2018 en la que engañó a una amiga de la familia para que le prestase 4.500 euros haciéndole creer que la vivienda de su abuela sería desahuciada de forma inminente si no paga.
Dos juzgados han considerado probado que actuó "aprovechándose de la buena relación que le unía a ella y su familia" con la víctima y le contó que necesitaba esos 4.500 euros para hacer frente a un embargo sobre la vivienda de su abuela que tenía su origen en que un hijo había pedido un préstamo poniendo dicha vivienda como aval.
La acusada contó a su víctima que la vivienda sería desahuciada al día siguiente, lo cual no era cierto, y su víctima se creyó la historia y le hizo una transferencia a la cuenta que le indicó.
La estafadora dijo que la cuenta en la que se hacía esa transferencia era del Juzgado, pero, en realidad, era de dos personas a las que la acusada y su marido habían comprado un vehículo BMW por 4.000 euros. Pagaron el vehículo usando el dinero prestado para evitar el desahucio.
La ahora condenada se comprometió a devolver el dinero prestado en plazos mensuales, pero únicamente devolvió 500 euros.
Su engaño también fue a más e hizo crear a su víctima que le había enviado dinero usando pruebas falsas. Así, en abril y en mayo de 2019 le envió vía SMS capturas de pantalla de unos supuestos justificantes de transferencias con el membrete de Caixa Xeral. Sin embargo, no eran verdaderos.
La acusada nunca llegó a devolver el dinero y el caso acabó en la vía judicial. El Juzgado de lo Penal número 3 de Pontevedra la condenó como autora de un delito de estafa a dos años de prisión y al pago, en concepto de responsabilidad civil, de los 4.000 euros que nunca devolvió a su víctima.
Tras ser condenada, la mujer recurrió la sentencia alegando "ausencia de engaño suficiente" al entender que su víctima actuó por "ingenua incredulidad" y no adoptó cautelas y medidas de autoprotección.
Ese recurso ha sido desestimado y ahora la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra acaba de confirmar tanto la condena como los hechos considerados probados.
En el procedimiento judicial también estuvo acusado el marido de la condenada, pero finalmente resultó absuelto al concluirse que desconocía el engaño de su esposa.