Una senda peatonal de kilómetro y medio mejorará la movilidad entre O Grove y San Vicente
Por Redacción
Los núcleos de Campos y A Gandariña estarán unidos muy pronto por una nueva senda peatonal que la Deputación de Pontevedra habilitará en la carretera EP-9101, que une O Grove con San Vicente, a lo largo de un kilómetro y medio.
Esta actuación, que incluirá medidas de seguridad vial, cuenta con un presupuesto de casi 552.000 euros, de los que la institución provincial financiará el 80% (unos 441.000 euros) y el Concello el resto, utilizando los recursos del Plan Concellos.
Esta futura senda peatonal se situará en el comienzo de la carretera provincial, que comunica el casco urbano de O Grove con San Vicente do Mar. Se diseña en la margen izquierda de la carretera, en dirección a San Vicente, entre los puntos kilométricos 1+000 y 2+550.
La carretera, que tiene un trazado total de 7.459 metros, carece en este tramo inicial de aceras y espacios que permitan el tránsito seguro a pie, porque cuenta con un ancho medio de solo 7 metros y tiene una fuerte presión residencial en sus márgenes.
Además, a lo largo de todo este recorrido hay obstáculos como postes de telefonía, alumbrado público, red eléctrica, pozos de saneamiento y parrillas para la recogida de aguas pluviales.
La intención de este proyecto es garantizar la continuidad peatonal con un espacio accesible para las personas que caminan, eliminando barreras y garantizando la seguridad vial aprovechando el arcén actual y los sobrantes de la calzada.
Para eso se demolerán todos los pavimentos y obstáculos existentes para crear una nueva senda con un ancho mínimo de 2,50 metros en todo el recorrido, que estará acabada con una superficie de hormigón coloreado de 15 centímetros de espesor sobre base de zahorra compactada.
Además se colocará un borde de separación entre el arcén, que pasa a tener 50 centímetros de ancho, incluyendo el caz de hormigón, y la nueva senda peatonal.
En los tramos en los que el espacio disponible de la calzada no permitía alcanzar los 2,50 metros mínimos exigidos por la Deputación para sus sendas peatonales se desplazará el eje de la actual carretera hacia derecha e incluso se reducirá la sección de los carriles y arcenes. Además, en dos zonas concretas será necesario reducir el ancho del carril de circulación de 3,50 metros a 3,20 metros.
En el tramo final en la zona de A Gandariña, se acondicionará la superficie pavimentada en la margen derecha con una capa de 'slurry' de color para diferenciar su uso por parte del tráfico peatonal.
La senda contará con la preinstalación para el soterramiento de la red de alumbrado público y retranqueará dos postes de hormigón, con su correspondiente luminaria en el tramo final.
La ejecución de esta senda requiere de la construcción de un muro de 100 metros de longitud para la contención de tierras en una de las zonas con mayor desnivel. A causa de la pendiente, este tramo estará también dotado de una baranda de acero galvanizado. Además de esto, será preciso reconstruir tres pequeños tramos de muros de contención a lo largo del recorrido.
La seguridad vial se completa con la dotación de tres pasos de peatones sobreelevados y la renovación completa de la señalización horizontal y vertical para remarcar la preferencia peatonal.
La obra incluye también un nuevo drenaje de aguas pluviales a través de tuberías de PVC de 400 mm de diámetro y alcantarillado colocados en el caz de hormigón de la margen izquierda y por el arcén de la margen derecha.
En esta margen derecha se contempla también dos tramos con cuneta transitable de hormigón para garantizar la máxima sección disponible en caso de cruce de vehículos pesados.