Abren expedientes sancionadores a varios locales de Vilagarcía que incumplieron la normativa sobre ruidos
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Por Redacción
El Concello de Vilagarcía ha abierto varios expedientes sancionadores contra varios establecimientos hosteleros, en la mayoría de los casos por incumplimiento de la normativa sobre ruidos.
El gobierno municipal destaca que "é preciso combinar a actividade económica co respecto e a defensa dos dereitos dos veciños ao descanso, e iso incumbe a todos". Pero, junto a los derechos de vecindad, también hay que tener en cuenta el agravio comparativo que conlleva para los que sí cumplen que los que no lo hacen sigan funcionando; y, asimismo, el coste que estas conductas suponen para el Concello, ya que debe hacer frente a los gastos de contratación de una empresa especializada en sonorizaciones, además de dedicar una parte del tiempo de los servicios jurídicos y de urbanismo a tramitar este tipo de trámites.
Según fuentes oficiales del Concello de Vilagarcía, la semana pasada se anunciaron los cierres a CocoLoco y Dolce Vita, en ambos casos, por incumplimiento de la legislación sobre ruidos, y al Travolta por sobrepasar los límites permitidos en cuanto a horarios. Actualmente hay otros archivos abiertos, que probablemente se anunciarán en los próximos días.
En algunos casos, las infracciones se califican como graves; en otros, como muy graves. En el primer caso, las multas oscilan entre 601 y 12.000 euros, y en el segundo, entre 12.001 y 300.000. Incluso la licencia podría ser revocada.
Mientras se tramita el expediente -con todo lo que eso significa: audiencia del interesado, alegaciones, respuesta, propuesta de resolución y demás- el local deberá permanecer cerrado. La rotura del precinto o la apertura del local daría lugar a una denuncia ante la fiscalía.
Tras las quejas de varios vecinos, desesperados por el ruido que tienen que soportar por la noche, las mediciones realizadas por una empresa especializada demostraron volúmenes de hasta 50 decibelios por encima de los permitidos legalmente.
Con independencia del resultado de la causa y de la imposición de la sanción, los hosteleros que deseen reabrir, además del pago de la multa, deberán acreditar que su local está debidamente insonorizado y, en su defecto, realizar las obras o medidas correctoras correspondientes, evaluadas por un técnico competente. Solo entonces la Administración podría aprobar la reapertura.