El hombre acuchillado por su vecino afirma que su agresor "se tiró hacia mi como un loco"
Por Mónica Patxot & Oskar Viéitez
La sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha celebrado este martes un juicio contra un hombre acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa.
Los protagonistas de este suceso son dos vecinos de Vilanova de Arousa, de edad avanzada, que mantenían una mala relación que había derivado en otros pleitos, e incluso el procesado ya había sido condenado anteriormente por causarle lesiones.
Los hechos que sientan en el banquillo de los acusados a Joaquín R.B. tuvieron lugar sobre las seis y media de la tarde del día 2 de diciembre de 2016 cuando irrumpió con su coche por un camino que conduce a su casa pero que es propiedad de la víctima que se encontraba limpiando con agua ese acceso.
Según declaró Joaquín, su vecino golpeó el coche con un escobón y él salió del vehículo con portando en la mano un cuchillo de 13 centímetros de hoja, "yo lo llevaba en el coche porque había ido a coger repollos", explicó. Insistió en que al salir del coche "él ya vino a por mí, no fui yo a por él", y que fue su vecino el que "se clavó" el cuchillo. El interrogatorio del acusado se desarrolló con grandes dificultades por la sordera que, según el procesado, le impedía entender lo que le decían.
Por su parte, el agredido relató ante el tribunal que su vecino "al verme en el camino se tiró hacia mi como un loco" e irrumpió con su vehículo "a toda velocidad" rompiendo uno de los canalones. "Le dio para atrás al coche y salió con el cuchillo" tratando él de defenderse interponiendo el escobón.
Dijo que Joaquín le gritaba "me denunciaste cabrón", y que se le abalanzó y aunque trató inútilmente de defenderse este le clavó el cuchillo, primero en el brazo izquierdo y luego en el abdomen, donde laceró el hígado.
A continuación llegó el hijo y la nuera del agresor. Mientras que hijo de Joaquín intentaba separar a los dos hombres, la mujer se marchó para casa con el cuchillo que le rompió cuando trataba de enderezarlo.
Los agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar de los hechos recogieron en su informe la poca colaboración de la familia del agresor durante la investigación y que Joaquín les manifestó durante el interrogatorio que "si tuviera una pistola también la usaría".
La médico forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia explicó al tribunal que la víctima fue asistida en el Hospital do Salnés, siendo remitida posteriormente al CHUS de Santiago, por "unas lesiones de carácter muy grave" que afectaron a un órgano vital, como es el hígado, y que de no haber recibido el tratamiento adecuado hubiesen llevado a la muerte. También apuntó que sería "muy complicado" que la cuchillada se pudiera haber producido de forma accidental.
Igualmente como consecuencia de estos hechos la víctima ha tenido que ser atendida en la unidad de salud mental del Hospital de Pontevedra, por sufrir estrés postraumático.
La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa por el que le pide que sea condenado a ocho años de prisión, y que indemnice al perjudicado en más de 15.400 euros. También solicita que el acusado compense al Sergas, por la atención prestada a la víctima, en algo más de 6.000 euros.
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