Última subasta de armas en la Comandancia de la Guardia Civil
Por Oskar Viéitez
El próximo lunes día 7 de febrero, a las diez de la mañana, tendrá lugar en las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, en la modalidad de pliego cerrado,una subasta de 868 escopetas, 20 rifles, 3 fusiles, 57 carabinas de tiro deportivo, 123 pistolas y 74 revólveres.
Durante toda esta semana estas armas permanecen expuestas y debidamente clasificadas en el vestíbulo del acuartelamiento para que puedan licitar por ellas las personas físicas y jurídicas legalmente habilitadas para el uso, tenencia o comercio de armas, que debe de ser documentalmente acreditado.
De este modo, la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra apura los plazos para unas pujas que quedarán prohibidas con la nueva reforma del Reglamento de Armas. A partir de ahora, los particulares que quieran hacerse con una escopeta de caza de segunda mano, o buscar un ejemplar especial para sus colecciones, deberán recurrir a las armerías.
El teniente, Félix Díaz Juan, responsable provincial de Intervención de Armas y Explosivos en la comandancia provincial entiende "lógico" este cambio ya "carece de sentido" el actual sistema de subastas. En cualquier caso, la Guardia Civil seguirá manteniendo la obligación de guardar durante un año aquellas armas que sean intervenidas, pero "una vez finalice este tiempo, se destruirán, pero ya no se volverán a subastar".
Desde este lunes, en grupos de diez personas debido al protocolo anti covid, van accediendo hasta estas dependencias numerosos cazadores, armeros, empresas de seguridad, tiradores deportivos, aficionados a las armas y también miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que vienen a la caza de posibles gangas.
Las armas expuestas provienen de usuarios que las ponen a disposición de la Guardia Civil, por innumerables razones, la más frecuente es que los propietarios no han renovado la licencia y optan por deshacerse de ellas. Es el propietario quien pone el precio de salida, así se pueden ver un revólver con un precio de salida de 10 euros o una escopeta por 30.
A partir de ahora, el armamento recibido por la Benemérita pasa a ser destruido en el plazo de un año, a excepción de aquellas armas que acrediten un valor como patrimonio histórico, que sí saldrán a la venta pública.
Las armas que no susciten el interés de ninguna puja y se declaren desiertas serán reducidas a chatarra.