Alejo, enfermero del equipo covid del CHUP: "Los trabajadores del Área lo damos todo y hemos conseguido salir de muchos brotes"
Por Manu Otero
El premio más prestigioso que entrega el Concello de Pontevedra es el Cidade de Pontevedra, que este año en su categoría colectiva recaerá en manos de todo el equipo de sanitarios que han luchado, y siguen haciéndolo de forma incansable, contra la pandemia de la covid-19. Médicos, enfermeros, auxiliares, celadores, limpiadores, administrativos, técnicos, gestores y todos los profesionales que trabajan en los hospitales son justos merecedores de este distintivo.
Trabajando en uno de los primeros equipos covid constituido en el Complejo Hospitalario de Pontevedra, allá por febrero del 2020, estuvo Alejo Huelin de Santiago. Un enfermero que ahora ejerce su labor en el servicio de Atención Primaria del Centro de Salud de Marín. Él pone voz al numeroso colectivo que sigue cuidando a toda la sociedad pontevedresa para agradecer el reconocimiento, dar gracias a los pacientes que han visto mermada su atención sanitaria por las urgencias de la pandemia y para poner en valor la capacidad de adaptación y sacrificio de todos sus compañeros que han sabido combatir un virus desconocido que nos ha cambiado la vida a todos.
- ¿Cómo habéis recibido la noticia de la concesión del premio Cidade de Pontevedra a todo el colectivo de sanitarios?
Con mucho orgullo. Es una forma de que te reconozcan el trabajo. Aunque yo soy de los que creen que el trabajo ya está bastante reconocido por la población. Esto es un reconocimiento público que llama un poco más a nuestro buen conocer.
- ¿Recibir un premio de estas características en medio de la tercera ola es reconfortante o solo hay tiempo a pensar en la lucha contra el virus ?
En vencer al virus siempre hemos estado centrados. Es cierto que va desgastando poquito a poco. Pero una de las cosas que nos llevamos es ver que una persona se pone bien. Ver que con tu trabajo has ayudado a la gente es algo que reconforta mucho. El desgaste de la tercera ola está ahi, pero es un golpe de aliento.
- El galardón va dedicado a todos los trabajadores, desde médicos hasta auxiliares, sin olvidarse de enfermeros, celadores, técnicos, adminsitrativos o limpiadores.
Está claro que esto es un trabajo en equipo. Uno no puede trabajar sin el otro. A términos de gestores, de administrativos, para nosotros sería muy difícil trabajar en estas sucesivas olas sin un buen equipo y en Pontevedra tenemos muy buen equipo. Es cierto que siempre hay más y menos con dirección y sindicatos, pero en esta pandemia nos hemos dado cuenta de que contamos con un buen equipo y un gran recurso humano, que son todos los trabajadores del área, que todos hemos dado todo para conseguir que todo fuera posible y hemos salido de muchos brotes, de muchas ausencias y de muchas incapacidades gracias al esfuerzo de todos.
- Y en medio de vuestro trabajo, muchos irresponsables que no acatan las restricciones, políticos que echan balones fuera y normas poco coherentes, ¿cómo les afecta?
Cuando vamos al trabajo, sobre todo después de un fin de semana, leemos esas noticias y es cierto que contamina. Te pones negro viendo todo lo que hay detrás. Pero el trabajo es el trabajo, estamos en esta profesión porque nos gusta ayudar y es el componente humano el que hace que esto vaya hacia delante. Nos pone negros que no haya conciencia en la sociedad, pero mucha gente después de estar enferma te dice: 'Si yo supiera esto, yo no pensaba que esto fuera a ser así, yo no estoy dentro del grupo de riesgo...' Hasta que te afecta lo ves todo un poco lejano. A nosotros nos ha afectado mucho, sobre todo al principio, ver como la gente se separaba de sus familiares.
"No se puede mantener una pandemia a raya y una economía sin haberla tocado. Nos gustaría que hubiera mucha conciencia social y que no hayan luego estos lamentos"
- Expertos médicos y virólogos aconsejan a diario sobre las normativas que se deberían aplicar para superar la pandemia de la manera más rápida y con el menor riesgo, ¿se sienten escuchados por los gobernantes?
Está claro que nunca llueve a gusto de todos. A mí me gustaría que la gente se quedara en casa, que todos se encerraran en su pequeña burbja y no saliera, que no fueran a los bares, que no consumieran. Eso sería la leche porque no habría transmisión. Pero es muy difícil porque hay un componente económico y social que uno siempre va a tener que mermar. No se puede mantener una pandemia a raya y una economía sin haberla tocado. Nos gustaría que hubiera mucha conciencia social y que no hayan luego estos lamentos. También existen expertos en economía que no quieren que cierren los comercios. Tendremos que saber convivir y ya llevamos casi 10 meses y vamos a tener que aprender a vivir con ella y llevarla lo mejor que se pueda, haciendo casos a las restricciones y limitándonos.
- A nivel personal, usted formó parte de los primeros equipos covid del área sanitaria, ¿cómo recuera el inicio de esta etapa?
No me olvidaré nunca de aquel día, el 28 de febrero. Me ofrecieron un contrato, uno de muchos, era un contrato sin más, un contrato en el que yo no sabía a dónde iba. Solo sabía que iba al equipo de Urgencias. Al principio de todo el equipo covid formaba parte del servicio de Urgencias, luego nos dimos cuenta de que encajábamos más dentro de Medicina Preventiva. Yo llegué al Hospital convencido de trabajar en URgencias, ya lo había hecho antes y esperaba un día más, un día normal. Y me entero de que formo parte del equipo covid y digo: '¡Ay, Dios mío, dónde me he metido!. Empezamos con miedo pero con ganas de formarnos. Empezamos por formarnos sobre cómo nos teníamos que vestir, cómo desvestirnos, cómo era el protocolo de petición de la prueba, el transporte...
Al principio veíamos el virus un poco lejano. Pensábamos que esto aquí no llegaba. Estuvimos un par de días con el teléfono a vueltas esperando la llamada de un posible caso. Pasamos de tener dos equipos, uno de mañana y otro de tarde, a tener varios coches circulando, varios puntos de toma de muestra, empezamos a escuchar lo de Covidauto. Por temas personales, ahora dejé el servicio pero me acuerdo que hacíamos como máximo 10 PCRs y ahora veo la cifra de 1000 PCRs diarias y me quedo asombrado de como evolucionó, cómo nos hemos readaptado.
- Durante esos primeros días no dejaban de surgir noticias de falta de epis, de material, de mascarillas, de test defectuosos...
Era un poco caótico pero porque no sabíamos muy bien donde nos estábamos metiendo. Al principio no sabíamos cómo hacer las cosas. Las medidas de prevención estándar y de aislamiento respiratorio estaban clarísimas, pero a este virus le teníamos un profundo desconocimiento que no sabíamos cómo hacerlo. Y luego veíamos en las noticias lo de las mascarillas defectuosas, a cualquiera de nosotros nos podía caer una defectuosa. Pero eran errores imposibles de evitar, se supo que eran defectuosas después de utilizarlas. Nadie las compró sabiendo que eran defectuosas. Siempre estuvimos con las uñas fuera y siempre pendientes de cómo eran las cosas. Llegamos hasta a tener miedo de quedarnos sin bastoncillos para las pruebas por la cantidad de pruebas que llegamos a hacer.
Antes sacábamos dos pruebas. Una para procesar en el laboratorio de Pontevedra y otra la teníamos que mandar a Madrid y teníamos que esperar la confirmación. Fíjate si han llegado a cambiar las cosas que ahora lo confirmamos en cuestión de horas. Hemos hecho un ejercicio de readaptarnos y no solo en los equipos de atención hospitalaria. Llevo desde verano en Atención Primaria y hemos conseguido adaptarnos a la situación, que se mantengan las distancias, que no se puede venir de dos en dos a la consulta, hemos creado servicios, unidades y protocolos nuevos.
- Esta pandemia va a servir para valorar todavía más el trabajo de los sanitarios?
Pienso que esto va a venir muy bien. Todos vamos a sacar la parte positiva de las cosas. La gente se dará cuenta de que somos un colectivo que ha trabajado mucho. Nos hemos dado cuenta de lo importante que es trabajar en equipo y tener una mano que te auxilie. Ahora la gente está cansada y que las cosas están yendo mal y puede que los sanitarios hayamos hecho también las cosas mal, por las circunstancias que hemos vivido se han tenido que aplazar operaciones, por ejemplo. A nosotros más que nos hubiera gustado que este virus nunca existiera y poder trabajar sin tener que hacer este ejercicio. Yo creo que con el paso del tiempo, cuando todo vuelva un poquito más a la normalidad, la gente volverá a sentir el apoyo.
Yo entiendo la frustración, a la gente le cuesta acceder al sistema porque estamos sobresaturados. Hace unas semanas, el tiempo que dedicaba de mis pacientes a hacer el seguimiento a ver qué tal estaban en casa, echaba menos de una hora. Ahora no hay día que tarde menos de hora y media por el aumento de pacientes. Y ese tiempo que invierto en unos pacientes se ve mermado en el otro, pero ahora mismo la urgencia sanitaria es el paciende covid positivo.
- Le preguntaba esto porque ya desde hace años se venían denunciando recortes en medios, en personal y en recursos para la sanidad pública. Después de superar esta pandemia, a nadie se le pasará por la mente seguir recortando en este ámbito, ¿no?
A mí también me gustaría y espero que sea así. Se ha visto la importancia que tiene. Pero esto es algo que nadie nadie se esperaba. Con esto de los recortes, yo espero que no lo hagan porque es un sistema esencial.
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