Los docentes del Valle-Inclán alertan: "No se garantiza la salud del alumnado ni del profesorado"
Por Manu Otero
El profesorado del IES Valle-Inclán no puede más. El caótico inicio del curso, con la imposición de la semipresencialidad en el bachillerato subsanada este fin de semana con la instalación de mamparas como remedio para saltarse la distancia de seguridad entre alumnos, ha colmado la paciencia de 47 docentes del claustro de este céntrico instituto pontevedrés que firman un comunicado en el que detallan todas los problemas que afectan al nuevo curso académico y cargan duramente contra la Xunta a la que acusan de poner en riesgo la salud de toda la comunidad educativa.
El primer punto en el que hacen hincapié es la "falta de información y transparencia" con la que acabó el pasado curso y ha comenzado el presente por parte de las administraciones. Critican también la falta de implicación de la Xunta a la hora de planificar la vuelta a las aulas cediendo la responsabilidad y aumentando la carga de trabajo de las directivas de los centros, que tuvieron que adaptar sus protocolos a las nuevas medidas y restricciones que fueron añadiendo las administraciones durante los primeros dias de septiembre.
La única solución que ven los docentes a los problemas en los centros de enseñanza para poder ofrecer una educación presencial y que garantice la salud pasa por "la redución de ratios y la ampliación de los cuadros de personal". Alertan los profesionales que la masificación de las aulas en este instituto ya era un problema antes de la covid-19, pero ahora "la insuficiente dotación de profesorado para el nuevo curso impide desdobles y aboca al alumnado de bachillerato a una enseñanza semipresencial".
Por todo ellos, el profesorado quiere hacer pública una larga lista de irregularidades detectadas por el colectivo en estas primeras semanas de curso. "La falsedad que supone asegurar que se dotará a los centros de todos los recursos que hagan falta cuando és evidente que eso no se cumple ya que el profesorado y personal de limpieza resultan insuficientes", denuncian en primer lugar, criticando que Educación está poniendo el criterio económico por delante del educativo y el de la salud.
Alertan también que la semipresencialidad en el bachillerato va a generar una "desigualdad social" y una "desventaja" de los alumnos con respecto a los estudiantes de otros centros que sí ofertan una enseñanza presencial.
"La superación de los ratios (15-20 alumnos por aula) recomendados por organismos internacionales, ya que tenemos aulas de 30 alumnos con mamparas y sin distancia de 1,5 metros, que se recomienda como segura", añaden con preocupación los profesores del Valle-Inclán.
En el plano estrictamente docente, lamentan también la pérdida de aulas específicas como las de música, los talleres o laboratorios que afectarán a aspectos fundamentales en el desarrollo de varias materias. Una de ellas, especialmente en este instituto, es la de Educación Física "que no tiene espacio suficiente para atender al alumnado".
La ausencia de regulación y planificación de la teledocencia es otro aspecto que preocupa a los profesiones, que se quejan que la única norma clara es que la Inspección Educativa debe figurar como usuaria en todos los cursos de las aulas virtuales de los centros. Tampoco tienen claro, e incluso avisan de la existencia de trabas, para la atención al personal y alumnado vulnerable.
La brecha digital derivada de la enseñanza no presencial también se hará más profunda en este contexto. "Es una brecha social, sistémica, que no se arregla dotando de más conexiones a la red. La escuela pública y de calidad es una de las herramientas fundamentales para paliar las desigualdades, pero si nos hacen trabajar en precario, perdemos esa capacidad", se quejan.
La falta de formación de calidad del profesorado, acentuada en los últimos meses, es otra de las carencias que recoge la denuncia del claustro contra Educación. "Pretenden solucionarla con un par de cursos que se impartirán cuando inicien las clases. De nuevo dejan en manos del voluntarismo presonal y de la solidaridad de los compañeros la solución de la brecha digital que también nosotros padecemos", critican.
A pesar de la falta de personal, la carga de trabajo no deja de crecer. "Existe un aumento de tareas de guardia y custodia del alumnado y una multiplicación de documentos e informes para Inspección Educativa que sospechamos no tendrá en cuenta. Mientras, no se apoya nuestra labor fundamental que es la docente", señalan.
Finalmente, advierten que "la carga económica que sobre el presupuesto del centro supone la compra del material anticovid disminuye la capacidad de gasto que ya en los últimos años era muy ajustada por los recortes".
Por todo ello, el claustro de profesores del IES Valle-Inclán considera que "a pesar de todo el esfuerzo del equipo directivo y del trabajo de este claustro, no se garantiza la salud del alumnado y sus familias, del profesorado y del personal no docente. Queremos manifestar nuestro firme rechazo a la actuación de la administración educativa", rematan.
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