Barro y Príncipe Felipe, primeras paradas del Apalpador y la Apalpadora en Pontevedra
Por Redacción
El Apalpador y la Apalpadora ya están de visita a los niños y niñas de la provincia. La escuela infantil de Príncipe Felipe y el colegio Amor Ruibal de Barro fueron las primeras paradas de una gira por Pontevedra que los llevará hasta 36 ayuntamientos.
Al grito de "Apalpa a barriga!", esta figura mítica de la Navidad gallega quiso fomentar la dinamización de la lengua gallega, el respeto al medio ambiente, los hábitos de alimentación saludable y la igualdad. Lo hicieron con música, baile y un montón de anécdotas divertidas.
"Eu son o Apalpador e traio castañas asadas ás nenas e nenos que comen san", explicaba a los escolares en Príncipe Felipe y en el CEIP Amor Ruibal, al tiempo que ponía en valor el comer verduras, beber leche ecológica y manifestaba su descontento por la comida 'basura' y por las bebidas edulcoradas.
También tuvo tiempo el Apalpador de hacer ver a los escolares que todas las figuras tradicionales navideñas son hombres (Papá Noel, los Reyes Magos, el Lentxero…) cuando las mujeres son igualmente importantes, dando paso a su compañera Apalpadora.
Las actuaciones del Apalpador y la Apalpadora se repartirán entre el día 20 y el 31 de diciembre -a excepción del día de Nadal- en diferentes horarios y localizaciones, preferentemente en lugares al aire libre si el tiempo acompaña.
En la comarca de Pontevedra serán cinco las visitas (Pontevedra, Barro, Ponte Caldelas, Campo Lameiro y Poio), en la comarca de O Salnés serán seis (Illa de Arousa, Cambados, Vilagarcía, O Grove, Sanxenxo y Ribadumia) y también pasarán por Cuntis, Bueu, Caldas y Vilaboa, entre otras localidades.
El programa Nadal en Galego está también diseñado para fomentar el conocimiento de la tradición de navidad propia de Galicia y para que los más pequeños puedan familiarizarse con la mítica figura gallega y conocer su historia.
En el origen, el Apalpador se representaba como un carbonero de barba roja que bajaba de las montañas a las villas la noche del 24 o el 31 de diciembre para tocar el vientre de los niños y comprobar si habían comido suficiente durante el año, dejando a su lado regalos y castañas y deseos de felicidad y comida.