Ingresan en prisión tres de los cuatro gallegos implicados en una supuesta red de pederastia
Por Redacción
Tres de los cuatro detenidos en Galicia en la denominada Operación Arkángel, contra una supuesta red de pedofilia, han ingresado ya en prisión. Así lo confirmó este lunes el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez. Se trata de las dos personas arrestadas en A Coruña y de otra detenida en Vigo. El cuarto implicado en Galicia, un vecino de Bueu, ha quedado en libertad con cargos tras prestar declaración ante el juez.
Samuel Juárez señaló que estos supuestos pedófilos planeaban delitos "gravísimos" contra menores. De hecho, destacó que los propios investigadores se sorprendieron por la "extrema crudeza e a gran depravación" que mostraban estas cuatro personas y el resto de los imputados, otros seis, en Asturias, Andalucía y Madrid. Asegura que planeaban "auténticas aberracións", en ocasiones con menores de su entorno.
Esta investigación, iniciada por la denuncia de un particular, no está cerrada, aunque no se esperan nuevas detenciones de forma inminente. También ha apuntado que no tiene conocimiento de que haya habido víctimas o que se esté buscando a menores desaparecidos relacionados con esta investigación.
En este sentido, ha hecho un llamamiento a padres y menores sobre el peligro de las redes sociales. "Hai que decirlles aos menores que teñan moito coidado cando se relacionan con persoas que non sepan quen son e que eviten sempre intercambiar imaxes con contido erótico a través da rede", advirtió.
UN AÿO DE INVESTIGACION
La investigación de esta operación contra la pornografía infantil se inició hace más de un año cuando una persona puso en conocimiento de los agentes que había contactado a través de Internet con uno de los ahora detenidos, quien le había propuesto que formase parte de una trama en la que se compartía pornografía infantil y se hablaba de prácticas sexuales aberrantes con menores.
Los agentes lograron identificar a las personas que participaban en estas conductas presumiblemente delictivas. Se supo que, además de compartir archivos de pornografía infantil, algunos de los detenidos confesaban haber cometido abusos sexuales. Incluso llegaron a hablar de secuestrar a niños y someterlos a prácticas sádicas.
Los indicios obtenidos en la investigación mostraron la intención del grupo de llevar a cabo gravísimos delitos. Llegaron a hablar de utilizar a menores en orgías o someterlos a encierros en condiciones infrahumanas, o de iniciar en prácticas sexuales a niños a los que previamente drogarían para que no pudieran recordar los abusos.
Tras analizar los contactos mantenidos por los pedófilos, los investigadores averiguaron que sus intenciones eran, presuntamente, seleccionar a sus víctimas entre los menores de su entorno. Aunque también barajaban la posibilidad de traerlos del extranjero de familias marginales. Igualmente se identificó a tres niños españoles que podrían estar en situación de riesgo, por lo que se planificó un operativo policial para la detención de los implicados y el registro de sus domicilios.