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La avería de un velero de Moaña frustró la entrada en las Rías Baixas de 3.400 kilos de cocaína
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Por Natalia Puga
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Una avería en el velero 'Pisapo' procedente de Moaña precipitó la operación antidroga Albatros, en la que el GRECO y otras unidades de la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera consiguieron detener a 24 personas (los 22 de los que se habló en las últimas semanas y dos más que ya no pasaron por el juzgado, quedaron libres) y evitar la entrada en el mercado negro de 3.400 kilos de cocaína que venían de Venezuela en dirección a las costas de las Rías Baixas.
Los detalles los han aportado este jueves el comisario jefe de la Udyco central, Eloy Quirós, y el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, mientras prenciaban la llegada del pesquero Riptide con la droga al puerto de Vigo y el desembarco de los 113 fardos de cocaína y de los cinco tripulantes (el capitán coreano y los marineros indonesios) que viajaban a bordo del buque cuando fue abordado por los GEO a bordo del Petrel de Vigilancia Aduanera cuando estaban a 1.700 millas de Canarias.
Los responsables policiales explicaron que el buque de bandera senegalesa (aunque en el momento del abordaje no llevaba identificación) había partido de Venezuela y había quedado en alta mar con el Pisapo, pero y la averia frustró los planes de la organización.
Mientras los narcotraficantes buscaban un segundo barco para sustituirlo, se produjo el abordaje, la detención de la tripulación y la incautación de 3.400 kilos de cocaína y de una importante cantidad de dinero en dólares. Al día siguiente se abordó en Moaña el velero averiado y fueron detenidos sus tres tripulantes, que ingresaron en prisión (en total hubo 17 encarcelamientos de los 24 detenidos).
Hubo una segunda avería en la operación. El buque nodriza se estropeo mientras esperaba por el desembarco de la droga, de modo que ya estaba a punto de dar media vuelto, "se iba a Venezuela, pensaban aplazar durante un tiempo la operación", pero antes llegó el Petrel, que contó para el abordaje con la ayuda de aviones del Ejército del Aire.
Tanta avería puede llevar a hablar de chapuza por parte de los narcos, pero el responsable de Udyco central asegura que "de chapuza nada, puede ser de mala suerte", ya que los barcos que se utilizan para este tipo de operaciones suelen estar ya para el desguace. Indica que si no llegan a aparecer las autoridades españolas "podían haber culminado la operación" y, como todos los mandos que este jueves se dieron cita en Vigo, insiste en lo "decisiva" que fue la colaboración internacional, en particular, de la Drug Enforcement Administration (DEA) de Estados Unidos y la Serious Organised Crime Agency (SOCA) británica.
Los cabecillas de toda esta operación eran "de O Salnés", aseguran los investigadores. Tambien muy conocidos de las Fuerzas de Seguridad. "La red en Galicia es para tomarla muy en serio porque hay nombres históricos que llevan muchos años traficando con cocaína, pertenecían a una organización muy importante que había en Galicia", explicó Eloy Quirós.
No aportan nombres, pero sí ha trascendido que entre los que cayeron en los 10 registros y 19 arrestos "coordinados y simultáneos" realizados en tierra en Ourense y en Oia, Vigo y O Salnés se encuentra Marcos Vigo, vinculado al clan de los Charlín y que estaba siendo investigado desde hace años, pero nunca había caído por delitos vinculados por estupefacientes; José Luis Viñas Morgade, 'Manzanita', con antecedentes en la 'operación Nécora', o Antonio Carballa Magdalena, que ingresó en prisión por narcotráfico por primera vez en 1983 y hace menos de un mes volvió a ser condenado por blanqueo de dinero procedente del narcotráfico. Ramiro Vázquez Roma, Francisco Javier Suárez Suárez o Manuel Rodríguez Conde, conocido como 'Manolito Rotonda' complenta la lista.
Todos se integraban en una organización que "tenía una estructura con tres grupos perfectamente definidos". Por un lado, los proveedores de cocaína en Venezuela, que tenían un enlace desplazado en Galicia que logró ser detenido en la mañana del 30 de mayo cuando estaba a punto de coger un vuelo con dirección a Caracas en el aeropuerto de Santiago. La segunda pata era el grupo gallego que coordinaba la entrega y la recogida de la droga en alta mar y su posterior traslado a tierra para su distribución. El tercer elemento era el grupo que se encarga de la logística, de conseguir las embarcaciones para ejecutar la operación a través de lanchas rápidas, veleros y un pesquero.
Esta operación también ha puesto de nuevo en primera línea de acción un sistema de narcotráfico que se creía en horas bajas frente a la proliferación del metodo de envío de droga en contenedores, el uso de grandes buques. "El viejo método del barco nunca lo han dejado, si bien es cierto que ha habido una época, a raíz de dos operaciones importantes en Galicia, Giga y Tabaiba en 2009, en que había descendido mucho este sistema porque las detenciones en aquella época fueron muy importantes y fueron muchas", explicó Quirós, "sí hemos visto nosotros y en toda Europa un aumento considerable del número de contenedores, pero no quiere decir que se haya abandonado este sistema de buque nodriza".