Un joven llega a juicio por abusar sexualmente de su hermana a partir de los 11 años
Por Natalia Puga
La Audiencia Provincial de Pontevedra juzgará el próximo 22 de enero a un joven acusado de abusar sexualmente de su hermana menor aprovechando que ambos se quedaban solos en casa. Todo empezó cuando él tenía 18 años y ella tan solo 11.
El acusado, cuya identidad no se facilitará para proteger a su víctima, su hermana, se enfrenta a una dura condena. La Fiscalía le considera autor de un delito continuado de abusos sexuales a menor de 13 años y pide que se le imponga la pena de 12 años de prisión y el pago de una indemnización de 30.000 euros a su víctima en concepto de daño moral.
Para proteger a la víctima, la Fiscalía también pide al tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia que adopte las medidas adecuadas para evitar la confrontación visual del procesado con la víctima del delito durante la celebración del juicio y que las sesiones se celebren a puerta cerrada a fin de que se evite perjudicar a la persona ofendida y a su familia.
Los hechos ocurrieron en una localidad de la comarca de O Salnés. Ya hay una causa similar por hechos ocurridos cuando el ahora acusado tenía menos de 18 años en el Juzgado de Menores de Pontevedra, pero en esta causa se juzgan los ocurridos a partir de su mayoría de edad, cuando su hermana tenía 11 años de edad.
Según el fiscal, sometió a su hermana a abusos sexuales prácticamente todas las semanas, y a razón de dos o tres veces a la semana, aprovechando las tardes en que se quedaba a solas con ella en el domicilio familiar, cuando sus padres salían a trabajar. La situación se prolongó durante al menos tres años, hasta que el joven se fue de la casa familiar en 2005.
Aprovechaba que ambos se encontraban en el sofá viendo el televisor y le proponía lo que él llamaba un "juego". Actuó en todo momento "con el fin de satisfacer sus deseos sexuales" y aprovechando "la confianza que la menor tenía hacia él por ser su hermano" y también que la niña "dado su escaso desarrollo evolutivo, no veía estos hechos como extraños".
Su víctima presenta síntomas de re experimentación de recuerdos, pensamientos recurrentes relacionados con las vivencias sufridas, conductas evitativas, alteración del sueño, ansiedad, apatía y gran labilidad emocional que requirieron de apoyo psicológico.