Los feriantes mantienen el pulso con el Concello: "O cambian las cosas o no venimos a las fiestas"
Por Alejandro Espiño
Un nutrido grupo de feriantes amenaza con plantarse y no acudir a las fiestas de verano en Pontevedra. No están conformes con las condiciones impuestas para optar a los puestos en los que se instalarán casetas, atracciones y puestos de venta. "A día de hoy estamos por no venir", afirman, algo que advierten que pasará "si no cambian las cosas".
Su malestar parte de un proceso de adjudicación que no atiende las peticiones que, según este colectivo, el gobierno municipal se comprometió a incluir tras la anterior subasta, celebrada hace dos años y que vino precedida por un pulso similar al de este año.
Los afectados, llegados de Galicia y otras localidades como Asturias o León, critican que el Concello "no se haya dirigido a nosotros" antes de convocar esta nueva subasta en cuyos pliegos aprecian requisitos con los que no están de acuerdo y que consideran "injustos".
Así, entre otras cuestiones, denuncian que en algunas parcelas "están poniendo metros que no existen" por los que tendrían que pagar, mientras que otras "son demasiado pequeñas" para las atracciones más grandes por lo que "no cogen donde nos dicen que tienen que ir".
Consideran también que los precios fijados son "abusivos" y están "fuera de la realidad" o que les aplican una tasa de luz "que no sabemos de dónde sale" y solicitan que a la hora de adjudicar los puestos no solo prime la mejor oferta económica, sino que se tengan en cuenta cuestiones como la antigüedad o la profesionalidad demostrada.
"Es una chapuza de subasta", aseguran los feriantes, que lamentan la "soberbia" con la que son tratados por parte del Concello. "No se trata de que nos regalen nada, pero esto es un abuso", explican, ya que "solo queremos trabajar y no montar guerra ninguna".
La adjudicación de los puestos otorga 122 plazas para las fiestas de Santiaguiño do Burgo y 245 para las Festas da Peregrina. Será por dos años, 2018 y 2019. En los festejos patronales, por ejemplo, los precios oscilan entre los 115 euros del puesto de venta de artesanía más pequeño -seis metros cuadrados- y los 10.750 euros del más grande, la pista de coches de choque.
Desde el gobierno municipal trasladan que la contratación de los puestos se realizará en base a unos pliegos redactados por los técnicos y defienden que este procedimiento reglado es el mismo que se sigue en otro tipo de contrataciones.
Con respecto a las peticiones que realizan los feriantes, señalan que a estas alturas "no podemos interferir" en un proceso administrativo "abierto", ya que se han recibido ya numerosas ofertas por los puestos. Además, aseguran que durante meses se han mantenido "múltiples reuniones" con el sector para consensuar los requisitos.