Un acusado se presenta borracho en un juicio y, con un acompañante, increpa a la prensa
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Una de las salas de vistas de la Audiencia Provincial de Pontevedra vivió este jueves una escena sin precedentes. Un hombre acusado de dar una paliza a otro a las puertas de una discoteca de la ciudad se presentó en el juicio muy alterado y borracho y tanto él como otra persona del público que le acompañaba increparon a los fotógrafos que cubrían la sesión con gritos de "hijos de puta" o "sinvergüenzas" y les recriminaron que hiciesen su trabajo.
El juicio estaba previsto para las 10.15 horas de este jueves en la Sección Segunda de la Audiencia contra este acusado, Francisco P.V., y otro pontevedrés, G.P.M.. Él se presentó muy alterado, de modo que el tribunal que iba a juzgarle decidió solicitar la presencia de un forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) para que certificase si estaba en condiciones de ser juzgado.
Finalmente, pasadas las 11.00 horas, un forense determinó que estaba en estado de embriaguez y no reunía las condiciones para prestar declaración, de modo que se celebró una pequeña vista que, como es habitual, es pública y permite la presencia de la prensa. En ese momento, entraron en la sala redactores y fotógrafos de varios medios de comunicación de la ciudad.
El secretario judicial leyó el dictamen médico y todas las partes personadas en la causa pidieron al tribunal que el juicio no se celebrase. En ese momento, los dos acusados se percataron de la presencia de los fotógrafos. G.P.M. mostró su disconformidad en voz alta asegurando "me cago en su puta madre" y Francisco P.V., en un primer momento, tan sólo se refirió a la conclusión médica señalando que también estaban borrachos el día de la paliza.
Los ánimos se fueron caldeando y el presidente del tribunal, Xosé Xoán Barreiro Prado, acabó pidiendo a los policías nacionales que custodiaban a G.P.M. -porque está cumpliendo condena en prisión- que le sacasen de la sala. Siguió inicialmente Francisco P.V., pero empezó a reprochar a los fotógrafos que hiciesen fotos y a mostrarse cada vez más alterado, de modo que también él fue expulsado porque estaba impidiendo el correcto desarrollo de la sesión.
Mientras tanto, un hombre que se encontraba entre el público se dirigió a los reporteros gráficos llamándoles, entre otras cosas, "hijos de puta" o "sinvergüenzas". Llegó a acercarse a apenas unos centímetros de la fotógrafa de PontevedraViva y a levantarle la mano y, cuando ya le pidieron que abandonase la sala y empezó a irse, regresó gritando "quitadle las fotos al moro de mierda", en alusión a la víctima de esta causa, un hombre de origen marroquí al que los dos acusados presuntamente agredieron a las puertas de una discoteca de Benito Corbal.
El juicio quedó aplazado para el próximo martes 10 de octubre a las 10.00 horas.
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