Denuncian a un turista andaluz por aparcar seis veces de forma fraudulenta en plazas para personas con discapacidad
Por Natalia Puga
La vigilancia del uso de las plazas reservadas para estacionamiento de personas con movilidad reducida es una constante en la Policía Local de Pontevedra, que incluso tiene una patrulla especializada en controlar estos aparcamientos, un total de 212 repartidas por toda la ciudad. Esta supevisión continua y la colaboración vecinal permitieron intervenir 32 tarjetas en lo que va de año. Dos eran falsas y pusieron sobre la pista de una ilegalidad que podría ser susceptible de delito y ya está en manos de la Fiscalía de la Audiencia Provincial.
La concejala de Seguridad, Carme da Silva, dio a conocer los datos este miércoles y especificó algunos de los casos más llamativos. Uno de ellos lo protagonizó un hombre vecino de Andalucía que el pasado mes de julio estaba en Pontevedra de visita y fue detectado por la Policía Local usando de forma fraudulenta estas plazas hasta en seis ocasiones.
Todas las veces iba acompañado de un menor y aparcó usando una tarjeta a nombre de una mujer que en esos días estaba en Andalucía. Además, la Policía Local le dio el alto y detectó que dio positivo en la prueba de alcohol mientras aparcaba de forma irregular y llevaba al menor en el coche. Fue denunciado.
En el caso de las situaciones denunciadas ante la Fiscalía, Carme da Silva indicó que se refiere a dos casos procedentes de Vilanova de Arousa. Todo empezó al detectar que un conductor procedente de otro ayuntamiento estacionaba en plazas reservadas utilizando una tarjeta fotocopiada.
Cuando le reclamaron la original, aportó un certificado emitido por el Concello de Vilanova de Arousa acreditando que sí tenía tarjeta legal en curso. La sorpresa llegó cuando, al hacer las comprobaciones con la Xunta de Galicia, los policías comprobaron que el certificado municipal era falso, pues esa persona tenía la tarjeta anulada desde el año 2012.
Este primer caso no se quedó ahí y, poco después, la Policía Local detectó una tarjeta falsa que también contaba con un certificado del mismo Concello de Vilanova. Al verificar su validez con la Xunta, tuvieron conocimiento de que esa persona nunca había tenido derecho a una tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida.
Ambos casos han llegado a la Fiscalía, que ahora deberá determinar si el conductor que falsificó la tarjeta también falseó el certificado municipal o si esa irregularidad procede de otra persona.
Según los datos aportados, en todo el año pasado se habían detectado 11 usos fraudulentos y en lo que va de 2017 ya llevan 32. 12 de ellos fueron por uso indebido, cuatro por tarjetas falsificas, 12 por tarjetas caducadas, dos por tarjetas falsas y dos por usar fotocopias falsificadas. Entre estos casos, hay alguno llamativo como personas que aparcaban en estas plazas delante del gimnasio y luego hacían deporte sin dificultad.
La otra cara de la moneda sobre estos comportamientos irregulares e incívicos la sitúa la concejala en el aumento de la sensibilidad ciudadana en general. Asegura que los pontevedreses están cada vez más concienciados y, de hecho, durante el año 2016 se pusieron 168 denuncias por aparcamiento irregular -no fraudulento- en estas plazas. Es menos de la mitad de sanciones que las 399 del año 2011.
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