El BNG le reclama a la Xunta las mejoras pendientes del Camino Portugués
El BNG, a través del parlamentario pontevedrés Luis Bará, presentó ante el Parlamento gallego una propuesta para instar a la Xunta a mejorar los puntos negros del Camino Portugués a su paso por Pontevedra. En 2014, el ejecutivo gallego se comprometió a incrementar la seguridad de los tramos considerados peligrosos para el peregrino pero desde entonces, denuncia Bará, "nada más se supo".
Entre otras soluciones, desde el BNG piden la mejora de la promoción, de las infraestructuras y servicios, de la señalización y sobre todo de las condiciones de seguridad vial y de accesibilidad del trayecto. Bará hace especial hincapié en el estado del camino en zonas urbanas y propone que se estudie el desarrollo de un plan de movilidad ciclista para fomentar la realización del Camino en bicicleta.
Un total de 11 puntos negros en el tramo pontevedrés fueron presentados ante el Parlamento, dos de ellos en la ciudad del Lérez. Se trata de su paso por San Caetano-Alba por la carretera PO-225, donde la densidad del tráfico, la ausencia de acera y el paso por un puente sin protección ponen en peligro a aquellos peregrinos que elijan este trayecto de la ruta, principal alternativa al tradicional Camino Inglés.
El otro tramo conflictivo se sitúa en la entrada de Pontevedra por la carretera de O Marco-Tomeza-Figueirido, que nació como respuesta a su ocupación por la línea de alta velocidad que discurre en paralelo a la senda del Gafos. La intersección de la N-550 en Caldas y el recorrido entre Curro y San Amaro en el Concello de Barro son otros de los puntos a estudiar en el entorno de Pontevedra.
Por ello, el BNG presentará un plan de acción que, liderado por la Xunta y las demás administraciones implicadas, mejore, entre otras cuestiones, las condiciones de seguridad de una opción que fue elegida por 52.000 personas durante el año pasado.