Este viernes, 20 de enero, el Teatro Principal volverá un año más a vestir de gala para acoger el pleno de honores para la entrega de los Premios Cidade de Pontevedra. Dadas las entidades que para esta edición han propuesto a los ganadores, así como los motivos por los que fueron nominados y que el jurado ha tenido en cuenta, será una sesión sin duda con un alto contenido social.
Ángela Paz recibirá el premio en el apartado de personas físicas. Su nominación vino de mano de la Asociación Socioeducativa y Cultural Paspallás; precisamente ella fundaba su Escuela de Tiempo Libre en 1999. Ésta ha sido una de las entidades con las que Ángela - de una empatía, generosidad y calidad humana a destacar -, ha colaborado en su trayectoria profesional y vital. Afirma que la nominación le vino de sorpresa y que lo mejor de todo ello ha sido "poder haber conocido a tantas personas con alguna discapacidad y que ahora me llaman para felicitarme, por lo que entiendo que tan mal no lo hice".
La enfermedad de Crohn que le afecta, y le llevó a un "destierro hospitalario" derivó en la fundación Paspallás con el objetivo de trabajar "en los valores, violencia de genero, igualdad, respeto y calidad de vida". Nadie escoge una enfermedad, afirma, pero sí cómo vivirla. Posteriormente, precisamente para mejorar la calidad de vida de las personas enfermas también impulsó la creación de la Asociación Socio Sanitaria Educativa Inflamatoria Intestinal (ASSEII).
Otro ámbito social, el del servicio de la justicia gratuita y poner freno a los desahucios, es el que hizo que varios colectivos como Rexurdir, propusieran al Colegio Provincial de Abogados de Pontevedra a este reconocimiento. Su decano Ramón Jáudenes, También agradece el hecho de que vayan a recibir este premio sin haber tomado parte de la candidatura. "Lo tomamos como estímulo para seguir bregando en esta tarea por la defensa de los derechos humanos y los derechos individuales".
Este premio Cidade de Pontevedra se suma a otros reconocimientos que recibieron en 2015 a instancias de Amigos de Pontevedra y de la Confederación Galega de Asociaciones de Vecinos; igualmente por la labor social de sus colegiados y de la propia entidad colegial. "Emociona que nuestros vecinos estén atentos a lo que hacemos por ellos: velar por sus derechos y libertades individuales, por los que nada tienen y los que tienen también".