Fiscalía pide cinco años de prisión por tráfico de drogas para el clan familiar de "la Coneja"
Por Oskar Viéitez
La Fiscalía de Pontevedra solicita cinco años de prisión por tráfico de drogas contra los integrantes del clan familiar de "la Coneja" asentado en O Vao. En el banquillo de la Audiencia de Pontevedra se sentarán María Dolores Jiménez Gabarre, La Coneja, su marido, Carlos J.G., una de las hijas del matrimonio, Rocío G.J. y el esposo de esta, Esteban J.J.
Este clan familiar también es conocido en la ciudad de Pontevedra por ser protagonista del polémico realojo de Monte Porreiro a raíz de la demolición de la chabola que por entonces ocupaban. El rechazo vecinal a este clan vinculado con la venta de droga provocó que se diera marcha atrás en esta decisión y los cuatro regresaron al poblado.
En este caso serán juzgados tras una investigación que la Guardia Civil inició en el año 2009 a instancias del juzgado de instrucción uno de Marín en torno a esta vendedora de droga del poblado chabolista de O Vao conocida como "la Coneja". Concretamente los agentes controlaron a partir de abril de 2010, los inmuebles sitos en los números 19, 25 y 4, comprobándose que en una de ellas se vendían estupefacientes.
Según la Fiscalía de la Audiencia de Pontevedra la venta de la droga era realizada por Monserrat R.C. y Juan Carlos R.E.. Una vez cesa la venta, estos acusados salen de la chabola con una cesta con el producto de las ventas y se dirigen a otra. Otro de los acusados Isaac K. actuaba como transporte entre chabolas llevando la droga de una a otra.
La Guardia Civil interceptó hasta diez toxicómanos que acababan de comprar pequeñas cantidades de heroína a estos acusados.
Según el escrito de acusación las personas titulares de las sustancias estupefacientes y principales beneficiarios de las transacciones son María Dolores Jiménez Gabarre, alias "la Coneja", su marido Carlos G.G., la hija de ambos Rocío G.J. y el marido de ésta Esteban J.J. Todos ellos viven en el inmueble "desde donde se trasladan las sustancias " y a dónde, al final de la jornada "retorna el dinero y demás objetos usados para pagar las sustancias estupefacientes".
Ante todas estas evidencias el titular del juzgado número dos de Pontevedra dictó auto de entrada y registro en estas chabolas incautándose diversas cantidades de cocaína y heroína, más de 18.000 euros, joyas y material audiovisual, entre otros objetos, además de dos vehículos. El Ministerio Público solicita a cada uno de los acusados las penas de cinco años de prisión y el pago de una multa de 30.000 euros