El agua dulce acaba con las almejas de la ría
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Por Oskar Viéitez
Las mariscadoras de la cofradía de Arcade acudieron a la Diputación provincial para solicitar al presidente de la institución, Rafael Louzán, ayudas para regenerar los bancos marisqueros tras los daños provocados por el aumento en la concentración de agua dulce durante las pasadas navidades, lo que provocó la muerte de toda la almeja y el berberecho.
La Consellería de Mar cerró esta zona de trabajo por cuatro meses para que los ejemplares se regeneren y, por eso, están solicitando a las administraciones que colaboren en las tareas de limpieza.
De momento ya han conseguido una ayuda de diez mil euros por parte del Concello de Soutomaior, según informó el alcalde, Agustín Reguera, y esperan igual compromiso por parte del Concello de Pontevedra, del de Vilaboa y de la Diputación para poder plantar nueva almeja. Estos trabajos se desarrollarán a lo largo del mes de marzo y abril y por el momento no manejan ningún presupuesto.
"El fondo de la ría recibe todo el agua del río Verdugo, del Oitavén y de la presa de Eiras, una cuenca muy grande que hace que se acumule en los días de lluvia mucha cantidad de agua dulce", explicó Reguera.
La portavoz de las mariscadoras, Rosa Vilán, mostró su satisfacción a la salida del encuentro con Rafael Louzán. El presidente quedó en estudiar su caso en coordinación con la Consellería do Mar e do Medio Rural ya que este mismo fenómeno se repitió en otros pósitos como Os Lombos del Ulla, entre otros tramos de litoral de la provincia.
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