La experiencia de los taekwondistas pontevedreses en el viernes negro de París
Por Diego Espiño
Viajaron a la que era una competición más, de gran nivel e importancia para sumar puntos en el ranking mundial, pero todo eso quedó en un segundo plano.
Una amplia representación de taekwondistas pontevedreses se encontraban este viernes en la capital francesa para competir en el Open de París de categoría G-1 cuando se sucedieron los terribles atentados terroristas.
A salvo desde el hotel Toño Ríos, entrenador del Taekanart de Monte Porreiro, cuenta su experiencia propia y la de los tres deportistas pontevedreses de su club que le acompañaban: Nicolás Argibay, Daniel Otero y Yerai Rodríguez.
Todos se encuentran bien, al igual que el resto de deportistas gallegos que acudían a la competición, como el pontevedrés Borja Ríos, la marinense Katya Calvar o la caldense Lúa Piñeiro, a la espera de poder empreden el viaje de regreso a casa, toda vez que la competición ha sido suspendida de manera preventiva a causa de los ataques.
No llegó a viajar, pese a estar convocado, Javier González, del Mace Sport, al afectarle ya las restricciones impuestas por el gobierno francés.
"La noche fue un caos de sirenas. Estuve despierto hasta las 3:30 y no paraban de pasar patrullas"
"Esto fue un poco caótico, pero a nosotros nos cogió lejos, a unos siete kilómetros de lazona de conflicto", explica Toño. Estaban en el hotel, desde donde "veíamos pasar a las patrullas policiales y las ambulancias, y más tarde militares y helicópteros", recuerda.
Los nervios se trasladaron también a Pontevedra, donde sus familiares fueron tranquilizados con fotos de los propios deportistas desde sus habitaciones.
"La noche fue un caos de sirenas. Estuve despierto hasta las 3:30 y no paraban de pasar patrullas", rememora el entrenador pontevedrés.
Más tranquilos, este sábado permanecieron en el hotel toda la mañana por precaución, saliendo únicamente al hotel vecino donde se aloja el equipo nacional, entre los que se encuentran Borja Ríos, hermano de Toño, Lúa PIñeiro y Katya Calvar. Ya por la tarde se animaron a salir a la calle: "Por la mañana había poco movimiento en las calles, pero a mediodía fuimos a comer y a dar una vuelta y ahora el tráfico es el típico del país", explicó Toño Ríos a media tarde.
Su vuelo de regreso está previsto para la noche del domingo, momento en el que esperan poder volver a casa y dejar atrás una pesadilla que esta vez han tenido que vivir demasiado cerca.
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