La marea naranja de Ciudadanos baja revuelta en Pontevedra
Por Redacción
Las divisiones internas en el seno de la junta directiva de Ciudadanos en Pontevedra han aflorado en los últimos días de la mano de un grupo de afiliados que ha trasladado al comité de garantías de su partido un escrito con supuestas irregularidades al tiempo que las aireaban en los medios de comunicación.
Esta críticas han sido rechazadas frontalmente por la dirección estatal de Ciudadanos en Barcelona que ha avalado públicamente la trayectoria de la concejala María Rey. Al tiempo este movimiento de los díscolos ha encontrado contestación en otro grupo de afiliados que ha salido al paso de las denuncias de sus compañeros.
En este sentido estos militantes aseguran que es "mentira" que María Rey como coordinadora del partido solo haya convocado una reunión de afiliados desde que en 2014 se constituyó la agrupación y sostienen que se han celebrado reuniones "cada dos meses", en concreto los días 3 de febrero, 27 de abril, 2 de junio "y se ha pospuesto, por las vacaciones, para septiembre la siguiente reunión tal y como aparece reflejado en la web oficial del partido".
Las actas de dichas reuniones pueden ser consultadas por los afiliados, aunque falta la de la última reunión celebrada en la que aseguran "se adoptó la decisión de contratar a dos personas para el partido".
Estas contrataciones son otro de los argumentos que presenta la corriente crítica contra la gestión de María Rey, ya que aseguran que fue una decisión "unilateral y arbitraria" de la concejala. Sin embargo, estas mismas fuentes aseguran que la contratación "no se ha formalizado" y apuntan, entre otras razones, "porque el NIF de la Agrupación de Ciudadanos de Pontevedra no tiene el código de cuenta de cotización, sin la cual no se puede hacer". Es decir, carece del número Patronal o de Inscripción a la Seguridad Social.
"Esa es la segunda mentira", apuntan estos afiliados afines a María Rey que también rechazan la acusación de connivencia entre la actuación política de su concejala y el gobierno local del BNG. Sin embargo apuntan "otros intereses" por parte de los críticos. En este sentido señalan la "afinidad" de los díscolos y su nueva junta directiva con el Partido Popular.