La Audiencia absuelve a los sindicalistas condenados por coacciones
Por Oskar Viéitez
La Audiencia Provincial revocó la sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Pontevedra que condenaba a los sindicalistas Carlos Búa, de CC.OO; Marcos Cadórniga y Carlos Alján de la CIG a cumplir tres años y un día de prisión por un delito de amenazas y coacciones cometido cuando actuaban de piquete durante la huelga del sector de la Alimentación del año 2009.
La sentencia cita jurisprudencia del Tribunal Constitucional para recordar que los piquetes son legales, y que no todos los excesos en sus actuaciones son necesariamente delictivos.
"Si pasamos por isto e que algo estamos facendo ben"
El fallo del tribunal provincial establece que "el ejercicio abusivo del derecho de huelga no puede identificarse con la participación en grupos de huelguistas, y tampoco la mera representación de los mismos es, de acuerdo con la Ley, motivo suficiente para ser responsabilizado por el delito de coacciones cometido por otros".
Esta sentencia es firme y no cabe recurso.
Los tres representantes sindicales en compañía de otros miembros de los sindicatos mantenían una huelga rotativa de hambre, en una carpa instalada ante la Audiencia Provincial, desde el pasado 23 de noviembre como medida de protesta ante la primera sentencia emitida por el Juzgado de lo Penal que consideraban abusiva.
Tras conocer la sentencia Marcos Cadórniga, de CIG, aseguraba que "non me obsesionei coa posibilidade de ir o cárcere. Foi incríble o apoio de toda a sociedade, dos compañeiros, non tiven a posibilidade de valorar".
"Pasase o que pasase seguiremos defendendo a clase traballadora, incluso con estes sustos"
Si alguien pensaba que esta mala experiencia podría hacer cambiar su actitud ante un piquete, Cadórniga dijo que "ao revés, si pasamos por isto e que algo estamos facendo ben".
Igualmente Carlos Búa, de CC.OO, confesó estar "moi contento, como non debería ser de outro maneira. Hoxe focalízase en nos o protagonismo pero detrás de nós veñen máis".
Búa y Cadórniga coincidieron al señalar que "pasase o que pasase seguiremos defendendo a clase traballadora, incluso con estes sustos, pero xa vos digo que repeitiría o feito", expresó el representante de Comisiones Obreras quien admitió que "ao mirar a mobilización sentinme máis aliviado logo do susto da primeira sentencia".
"Esto o que nos demostra é que a mobilización e a presión social da os seus froitos. ÿ unha pequena batalla gañada", dijo Cadórniga.
"A pesar de que houbo un xuiz con conciencia que tomou unha decisión xusta non podemos esquecer que neste Estado existe represión contra os movementos sociais e que o Estado a través da fiscalía pretende encarcelar sindicalistas por defender un dereito fundamental como é a folga, eso pasaba onte e sigue sucedendo hoxe e temos que seguir denunciando todas estas cousas", añadío este representante de CIG.
Con el mismo espíritu y claramente aliviado Carlos Alján de la CIG remató apuntando que "esto agora pasa a ser un recordo máis que lle contaremos os nosos netos".