El Cristo de Santa Mariña ingresa en quirófano
Por Redacción
El arqueólogo municipal de Cambados, Ángel Acuña, y el experto en restauración patrimonial José Manuel Aguiño, dirigieron este miércoles las tareas de retirada del Cristo situado tras el altar mayor del templo de las ruinas de Santa Marina, trabajos que se alargaron durante casi tres horas y que terminaron con el traslado de la pieza a un taller especializado donde se someterá a estudio su eventual restauración.
Operarios municipales instalaron la primera hora de la mañana un andamio detrás del altar que facilitó la colocación de un pequeño guindastre con el cual se bajó el Cristo de madera previamente engasado, recubierto y protegido con material plástico de embalaje. El traslado se realizó con la máxima precaución para evitar posibles daños en la figura que cuenta con un siglo de antigüedad.
La pieza se encuentra en un estado de avanzado deterioro, pesa alrededor de 100 kilos y mide cerca de 3 metros de altura. Los expertos coinciden en diagnosticar que, pese a los daños producidos en la madera, la pieza -que fue donada por una familia cambadesa a la Iglesia hace más de 100 años- es recuperable.
El restaurador José Manuel Aguiño va a realizar en su taller un diagnóstico en profundidad de la imagen religiosa para determinar la viabilidad de una restauración y a cuanto podrían elevarse costarlos de la misma. Según el alcance de estos presupuestos, se decidirá si se lleva a cabo la recuperación de la imagen del Cristo crucificado.
El arqueólogo municipal considera que la imagen tendría que ser sometida a un tratamiento insecticida y fungicida para eliminar las causas que determinaron lo suyo deterioro, que si fue haciendo patente en los últimos años, y después se efectuarían otros cometidos de consolidación y restauración de la madera.