La jueza insta a la empresa y los trabajadores de Cuca a que "recapaciten y lleguen a un acuerdo"
Por Natalia Puga
"Por favor, intenten negociar", pidió la titular del Juzgado de lo Social número 2 de Pontevedra. Se dirigía a los trabajadores de Conservas Cuca y a los responsables de la empresa Grupo Garavilla, todos presentes en la misma sala de vistas e incapaces de llegar a un acuerdo sobre cómo se debe ejecutar la sentencia que reconoce que el personal pertenece a la fábrica de Vilaxoán que se ha cerrado y no a la de O Grove en la que está trabajando actualmente.
Las partes fueron citadas para un incidente judicial en el que la jueza deberá determinar si la empresa ya está cumpliendo la sentencia al poner a disposición de los trabajadores un autobús para que se desplacen todos los días desde la fábrica de Vilaxoán hasta la de O Grove. Garavilla entiende que sí, pero la plantilla considera que para cumplir con el fallo se debería volver a hacer funcionar la factoría de Cuca ahora cerrada.
Este lunes, la jueza pidió a los abogados que intentasen alcanzar un acuerdo que impidiese la celebración de la vista. Lo intentaron y hubo conversaciones a varias bandas en los pasillos del edificio judicial de la Audiencia Provincial de Pontevedra, pero no se logró consenso.
Pocos minutos antes de las 14.00 horas, la jueza llamó a todas las partes (abogados, trabajadores y directivos) a la sala y les comunicó que no se celebraría el incidente. Volvió a señalar la vista para el 28 de mayo a las 12.10 horas porque, dada la hora, decidió que no daría tiempo a revisar toda la prueba prevista. De paso, aprovechó para instar a una nueva negociación al margen de la que se intentó este lunes.
"Intenten negociar porque es lo mejor para ambas partes", les indicó. Y les recalcó que "de aquí a una semana recapaciten y lleguen a un acuerdo", pues se puede celebrar el incidente y que gane una de las partes o "podemos no celebrar el incidente y que todo el mundo salga beneficiado".
La jueza considera que "sería lo mejor para todos", pero las posturas parecen irreconciliables. El abogado de la empresa, Alfredo Briales, señaló, una vez suspendida la vista, que hará valoraciones hasta que se resuelva el conflicto, pero que la postura de Garavilla es proponer un acuerdo a las trabajadoras para que las que no quieran continuar su relación laboral puedan acogerse a un despido de 33 días por año trabajado hasta un máximo de 20 mensualidades.
Sin embargo, la plantilla de Cuca no lo acepta porque, en palabras de María José Mariño, "a loita nunca foi discutir unha indemnización, non chegamos ata aquí para aceptar unha indemnización, nós tiñamos o noso posto de traballo en Vilaxoán e pedimos que se abra a fábrica". Los trabajadores acordaron en asamblea que el único acuerdo que aceptarán con la empresa es el de que vuelva a abrir la fábrica de Vilaxoán y no pasarán por ninguna negociación en la que no haya compromiso de la empresa para mantener los puestos de trabajo.
Alfredo Briales asegura que la empresa no firmará por escrito ese compromiso, pero que sí se compromete verbalmente, a lo que Francisco Vilar, de CC.OO., le recuerda que "non nos podemos fiar da palabra" y asegura que en todo este conflicto "a mala fé da empresa é manifesta".
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