San Benitiño de Lérez atrae a sus devotos en un día inestable de verano
Por Anxo Lourido
Cientos de devotos procedentes de distintos puntos de Galicia se acercaban este jueves 11 de julio a la parroquia pontevedresa de Lérez para participar de la celebración de San Benitiño de verano.
El tiempo inestable en las Rías Baixas condicionó los actos religiosos hasta el punto de que se mantuvo la incertidumbre hasta el último momento sobre la posibilidad de realizar la procesión del santo alrededor de la iglesia.
Finalmente se llevaba a cabo la procesión pero, a diferencia de otros años, discurría alrededor de las 13.10 horas, antes de la celebración de la misa, aprovechando unos claros en el cielo de Pontevedra.
Otra de las novedades de este año se centró en la instalación de un puesto en el exterior para la venta de recuerdos de la celebración y del aceite milagroso.
El frasquito se vendía a 1,20 euros. Este aceite que se quema en la lámpara del santo es después utilizado para eliminar verrugas, sanar articulaciones y otras aplicaciones cutáneas, según indica la tradición.
Para que tenga efecto es preciso rezar y aplicar con algodón este aceite bendito durante nueve días.
Una vez más, los devotos cumplieron con los rituales de pasar por debajo del santo.
"Os maiores xa non estamos para isto", aseguraba un fiel después de realizar el esfuerzo de arrastrarse por la zona donde se encuentra una de las imágenes del santo.
También muchos asistentes portaban pañuelos y compraban estampas que un equipo de personas de la parroquia rozaban en el manto de San Benitiño con el objetivo de que se cumplan sus peticiones.
En el exterior del recinto volvieron a triunfar los puestos de degustación de pulpo y churrasco, la venta de rosquillas e de exvotos; e incluso los puestos que vendían paraguas a cinco euros.