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© Mónica Patxot
Entre ratas, vertidos y equipamiento abandonado, los vecinos de Fontesanta claman una solución
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© Residentes Urbanización Fontesanta
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© Residentes Urbanización Fontesanta
Fueron noticia en 2021, cuando contaban que "las ratas de las alcantarillas nos comen los cables, nos quedamos sin Internet y quedaremos sin luz". Tres años después, nos acercamos a la pontevedresa Urbanización de Fontesanta, situada en la proximidad del Hipermercado Carrefour en Salcedo, avisados por los residentes que admiten "no poder más". En este tiempo "el Ayuntamiento no ha hecho nada, solo ha limpiado la calle de acceso, pero la suciedad y el deterioro en todas las otras calles continúa", completan estos vecinos.
En esta ocasión, recibe a PontevedraViva un grupo de cuatro vecinos: Mariló, Carmen, Ovidio y Javier. Representan a todos los residentes. Uno de los puntos críticos, afirman, se encuentra en las pistas deportivas municipales, en estado de abandono desde que en 2012 la obra fue recepcionada por el Concello de Pontevedra y las dos canchas de tenis y una de pádel pasaron de ser privadas y cuidadas por los residentes a públicas.
Tal es el deterioro de esta área deportiva que podría llegar a producirse un accidente debido a que las mallas del vallado perimetral se han soltado de su sujeción y, oxidadas, caen hacia el exterior, con peligro de desprendimiento en días de viento fuerte.
Junto a estas pistas, nos encontramos una zona verde donde el Concello ha llevado a cabo recientemente tareas de desbroce, aunque para los residentes falta un mantenimiento más continuado, además de la necesidad de dotarla de bancos y papeleras. Este pequeño parque es lugar de visita habitual para los habitantes del barrio de Fontesanta, un núcleo edificado a mediados del siglo pasado con viviendas de Protección Oficial.
Este barrio linda con la urbanización. Iván es uno de sus habitantes. Nos lo encontramos mientras pasea a su perro. Este ciudadano corrobora las quejas de los residentes en la urbanización. Además, añade otra experiencia personal, que vive habitualmente cuando en su ruta con su perro se encuentra a grupos de chavales reunidos en una suerte de gradas junto a las pistas deportivas.
"Suelen estar bebiendo y supongo que fumando porros, eso es lo de menos, lo preocupante es que lanzan las botellas a las pistas y al camino, ya veis que está todo lleno de cristales y cualquiera puede hacerse mucho daño", comenta Iván.
Las aceras también arrastran la falta de mantenimiento. "Somos los propios vecinos los que vamos limpiando y arrancando las hierbas delante de nuestros muros, cuando debería ser el Ayuntamiento el que se haga cargo", se lamenta Carmen. "Al menos arreglaron antes de las elecciones algunas baldosas", anota Ovidio.
Que los propios residentes se hagan cargo del mantenimiento no es nuevo. Desde hace años asumen la limpieza de las tres vías peatonales empedradas que cruzan la urbanización y que, en los meses lluviosos, debido a las malas hierbas y el verdín son totalmente impracticables. "Contratamos la limpieza de estos caminos cada tres o cuatro meses y nos cuesta mil euros cada vez, también plantamos unos arbustos", aclara Mariló. El último de estos trabajos ha sido hace escasas semanas.
Caminando por la calzada también se aprecia el firme irregular, con peligrosos baches, "más de una moto se ha llevado un buen susto", argumentan. Uno de los más llamativos se encuentra en la calle Fotógrafo Pintos, junto a uno de los 'lombos' que hace unos tres años se instalaron en las carreteras de la urbanización y que provoca que los motoristas, los principales damnificados, se topen de bruces con este obstáculo una vez superada la subida y bajada por el lomo reductor de velocidad. "La calzada lleva 26 años sin tocar y de pronto nos ponen estos lombos", apunta Ovidio.
Este vecino se retrotrae a los años 90, cuando empezó a parcelarse la urbanización y a levantar las primeras viviendas. En 1999 fue Javier el tercer propietario que tomó posesión de su chalet. Como miembro de la directiva de la asociación de vecinos está recopilando toda la documentación de los últimos 12 años de lucha para poder retomar las reclamaciones al Concello, después de años de escritos por Registro y visitas a los técnicos municipales que nunca dieron frutos.
"No estamos pidiendo nada que esté fuera de la legalidad. Queremos lo mismo que tienen los demás ciudadanos"
Explica Javier que el problema arranca mucho más atrás del momento de la recepción de la obra en 2012. Fue la promotora la que tuvo sus primeros encontronazos con el Concello, en los últimos años 90, ya que "el proyecto que entonces presentó la promotora, hoy ya desaparecida, no se correspondía con las obras realizadas". Los principales damnificados fueron los compradores, que desconocían que el proyecto estuviese "viciado". Durante una década se vieron obligados a pagar el agua de obra, con un incremento notable con respecto al precio que abona cualquier usuario particular. Y más recientemente tuvieron que ceder al Concello parte de una parcela comunitaria destinada a zona de recreo, piscina y local social. "A partir de esto también tuvimos problemas de alturas y de edificabilidad", matiza.
En todo caso, recuerdan estos propietarios que ellos cumplieron subsanando todas las irregularidades que fueron detectando. Ahora, simplemente piden que el Concello cumpla con su parte. "No estamos pidiendo nada que esté fuera de la legalidad. Queremos lo mismo que tienen los demás ciudadanos. Somos una calle, una vía pública, y queremos limpieza. Nada más", señala.
Mariló interviene para recordar que "todos pagamos puntualmente nuestros impuestos, yo pago un IBI de 1.200 euros y mi vecina de enfrente 2.200, evidentemente pagamos tanto porque tenemos muchos metros cuadrados, pero, aún así, como todos los ciudadanos, ese pago implica el derecho al mismo mantenimiento que tiene una persona que viva en Benito Corbal o en Eduardo Pondal, por ejemplo".
Entre estos impuestos, la tasa de basuras, un nuevo frente abierto en esta urbanización. "Movieron los contenedores y ahora están en una zona más escondida, hay muchas farolas fundidas de hace más de dos años y de noche apenas se ve. Casi a diario nos encontramos con vertidos incontrolados de restos de obra, colchones, váteres, muebles y todo tipo de enseres, nos hemos cansado de llamar a la Policía Local, cada cierto tiempo los retiran pero a los dos días vuelve otra vez a aparecer más basura", se quejan.
Casi a diario nos encontramos con vertidos incontrolados de restos de obra, colchones, váteres, muebles y todo tipo de enseres
Estos contenedores conviven con la maleza que ocupa la parcela que discurre desde la calle Eduardo Blanco Amor hasta un largo tramo de Escultor Acuña. Estos terrenos pertenecen a Adif, "que los tiene completamente abandonados", por lo que los residentes piden que el Concello pueda instar a este organismo público para que respete una servidumbre de paso y que, en caso de no estar dispuesto a llevar tareas de limpieza y mantenimiento de la parcela, la ceda para la dotación de un parque público. "Esta maleza, que alcanza varios metros, es el foco de donde salen las ratas, culebras y un montón de bichos, además de los problemas que provoca la hierba de la pampa que campa a sus anchas".
Recientemente, un camión de grandes dimensiones derribó parte de la valla, por lo que estos vecinos también alertan sobre la necesidad de que se limite en esta zona el tránsito de vehículos de gran tonelaje, e incluso que se coloque una señalización vertical de límite 20.
En 2022 el Grupo Municipal del Partido Popular presentó una moción en el Pleno de la Corporación en donde solicitaba "adoptar medidas urgentes de mantenimiento y mejora del barrio de Fontesanta y, según nos confirmaron, fue aprobada unánimemente, aunque, a día de hoy, seguimos sin tener avances".
El mismo PP se interesó recientemente por el estado del barrio y los concejales Silvia Junco e Iago Acuña asistieron a una reunión de vecinos tomando nota de sus demandas. Mientras estos residentes redactan un nuevo escrito documentado en el que requieren al Concello para que les conteste cuáles son los planes para el barrio y si esas "medidas urgentes" de hace dos años está previsto aplicarlas en breve, el PP estudia volver a llevar el tema a Pleno.
Deterioro de las zonas públicas de la Urbanización Fontesanta
Los vecinos de la Urbanización Fontesanta denuncian que el Concello de Pontevedra no realiza el mantenimiento de las zonas catalogadas como "equipamiento público municipal": pistas deportivas, aceras, carreteras y zonas verdes.
© Mónica Patxot
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