Expectación por conocer la nueva imagen del Cristo del Buen Viaje
Por María José Pita
Seis meses han tenido que aguardar las personas devotas del Cristo del Buen Viaje para conocer el nuevo aspecto de la talla, una vez concluida su restauración.
La imagen será colocada en su capilla, situada junto a la puerta lateral sur de la Basílica de Santa María la Mayor, mirando a la plaza Alonso de Fonseca, este miércoles 14 de febrero, en un acto público a las 11:30 horas, una vez finalizada la misa de las 11 de la mañana que se celebra por el miércoles de ceniza.
Estos trabajos han supuesto con desembolso cercano a los 5.000 euros, que se han podido costear gracias a los aportaciones de los devotos, según informan fuentes parroquiales.
Confirman que "durante el proceso de restauración se ha podido verificar que el estado de la talla era mucho peor de lo esperado", al hallarse la talla a intemperie "a merced de los cambios de temperatura y humedad", de ahí que el mes inicialmente previsto para esta restauración se prolongase hasta el semestre.
Pese a la expectación por conocer el nuevo aspecto de la imagen, no habrá polémicas por el resultado final. Los detalles que han adelantado desde el equipo de restauración revelan que en el proceso se ha buscado acercarse lo máximo posible a la talla original.
La principal actuación se ha realizado en la cabeza, donde se han eliminado los repintes, dejando a la vista la policromía original del rostro. También se ha procedido a la reconstrucción de ciertos tramos de la corona de espinas, tratando de acercarse al diseño original, alterado a causa de algunas intervenciones previas.
La utilización de papel de periódico como relleno ha permitido fechar la más agresiva de las intervenciones en la década de 1950, coincidiendo con el momento en que la capilla, antes tapiada, se modificó para quedar al aire libre.
En este sentido, el equipo de restauración, formado por BIC Materiales y Conservación S. L., ha podido verificar cómo varias partes de la obra no son del mismo tipo de madera que la original, tallada en 1831.
El Santísimo Cristo del Buen Viaje, según reza en la placa informativa que acompaña la caja para donativos, fue instalado "para encomendar a los feligreses fallecidos en su último viaje". Es tradicional que los devotos pontevedreses acudan a visitarlo para pedir protección antes de realizar un viaje o, en el caso de los marineros, cuando emprenden una "marea".