Este pontevedrés del barrio de A Moureira es un melómano declarado, y es algo que quienes vayan a ver Desconexión lo comprobarán. La mayoría de la selección musical que ha hecho para A Playlist de PontevedraViva Radio la descubrió en la adolescencia "y quedaron en mi cabeza para siempre. No se marchan, ni quieron que se marchen. Son como cuando quieres a una persona tanto que las llevas siempre contigo y no quieres que desaparezca de tu vida. Pues esto es lo mismo, pero en canción". Son palabras de Xurxo Cortázar.
Por circunstancias profesionales de su padre, pasó buena parte de su adolescencia en Málaga, donde conserva a sus mejores amigos, deliciosos momentos y una parte de la familia. El público lo conoce como Xurxo, pero el nombre que figura en su DNI le supuso algún que otro vacile en el instituto.
Lo de su vocación por el teatro tuvo un origen algo diferente al actual, pensó en ser especialista. Sí, esos profesionales que se dedican a doblar a los actores en las escenas arriesgadas: "yo soñaba con tirarme de un tren en marcha", dice. Aunque luego, se dio cuenta que lo emocionante eran los aplausos del público.
Su primer papel profesional fue con Migallas, luego a lo largo de estos años de carrera ha estado con diferentes compañías, la última Baobab. A comienzos de 2016 "cambió de aires" y empezó a darle forma a un proyecto que hacía tiempo que le rondaba la cabeza: Desconexión. El Pazo da Cultura ha sido la incubadora donde ha ido tomando forma y la criatura se estrenará el diez de febrero de la mano del Centro Dramático Galego.
Quizá sin darse cuenta, y hablando de música, dejó una buena definición de cómo es en su profesión: "no hay que dar muchas vueltas, ni emplear mucha tecnología para hacer cosas bonitas. Si tienes talento, trabajas y te encanta lo que haces, los resultados están ahí". Mucha mierda Xurxo.