![Jeannette Ramos Vega](/web/cache/scene/uploads/xornalistas/foto/dc1/_S7QytKoutjK3UsovKMnMzytWsi62MjSxUqrKz891Lsov0DE1AC_/_Il61oA_/6131bbcb2b-jrv-foto.jpg)
Jeannette Ramos Vega
27 días: Carta a un infiel
Mi querido infiel
Mis lágrimas no fueron en vano; sirvieron para ahogarte. Casi puedo oler la frustración que debes sentir al vivir en tu propia piel. Has sido maravilloso en tu manera de enseñarme lo incorrecto. Recorrer estos caminos contigo fue la escuela que me hizo crecer y convertirme en una mujer más fuerte. Soy esa mujer que te quedaba grande, te agradezco por mostrarme mi grandeza. Ahora, el amor ya no es un sueño ni una promesa falsa. Ahora, el amor se sienta conmigo a la mesa, me mira a los ojos, me abraza haciéndome sentir que lo merezco todo. Gracias. Tus engaños me abrieron puertas. Dejarte atrás no fue fácil, pero fue necesario y crucial. Sobreviví a todo y estoy de pie. Sí, soy intensa, descuidada y un poco loca. Soy sensible al dolor ajeno. Honesta y entregada. Soy eso y más. No quiero olvidarte; sería imperdonable olvidar al gran maestro de los cobardes. Eres historia pasada, y eso basta. Tu nombre podrá estar en muchas bocas, menos en la mía. Mis labios no tienen tiempo para cuentos tristes y dolorosos; estoy ocupada recibiendo… puros besos.
Aquel telón negro y brillante que tejiste ya no está. Desapareció. Ahora podemos vernos cara a cara. Yo nadaba sola por los dos, luchando para que el barco llegara siempre a puerto seguro. ¿Hacia dónde nadabas tú? Aunque pasaron muchos años, fuiste fugaz y desesperado. No pretendo olvidar mis heridas, sino sanarlas. Poder recordar las razones por las que ya no estás sin que mi corazón llore desconsoladamente. Fortalecerme ha sido mi proyecto de amor propio. Sentir que soy una mujer con límites que no acepta ataduras dolorosas ni migajas. Me he comenzado a conocer de nuevo. Porque a pesar de ser la misma, he cambiado todo lo que me hacía auto destruirme. Ya no acepto excusas para el amor, ahora el amor me tiene.
No deseo sufrimiento para ti. Soy mucho más grande que eso. Creo fielmente en que algunas personas se auto destruyen, se laceran, se mutilan el alma impartiendo heridas en otros, porque están vacíos. Eso, lo aprendí estando en ti. Por eso, es imposible desearte mal, cuando el mal eres tu mismo. Camina lejos. Sin mirar atrás. El dolor pasó rápido. No tardé mucho en entender que no soy la que perdió. Ya te viví.
Estoy en un proceso de aprendizaje. Mientras desaprendo cosas que me destruyeron sin darme cuenta. El amor es tan fuerte como la vida misma. No se puede fingir ni disfrazar. Pero entendí que tenemos control sobre él. Esa es la clave. Donde no me amen bien no es mi lugar. Ser buenas personas no asegura que seamos capaces de despertar amor en otra persona. El amor se siente y el desamor se nota. Si no hay amor y respeto, será más difícil luchar contra las adversidades de una relación. Por eso no te extraño, no te pienso. Porque no eres amor.
Esta es una despedida llena de alegría y esperanzas. Una puerta que se cierra sin necesidad de perdones ni disculpas. Lo vivido ha sido nuestro alimento, ya consumido por completo. Algunas experiencias fueron vitamina, otras veneno. Cada uno elige su medicina. La mía es la distancia, el olvido y un nuevo comienzo.
(La persona con quien me has sido infiel no es tema de mi conversación. Es un soplo pasajero, invisible y efímero. Y no me debía nada a mi.)