Manuel Pérez Lourido
El tetris y la vida
¿Conocen ustedes el juego del tetris? Eso que hacemos cuando hay que llenar el maletero de equipaje pero en una pantalla y con piezas rectangulares de colores. Bueno, pues se me ha metido en la cabeza que el tetris es una analogía de la vida humana, mira tú qué cosas. Una analogía negativísima, pero eso es lo de menos. El asunto es que tengo que sacármelo de cachola como sea y lo voy a hacer en esta misma columna, que es lo que tengo más a mano. Me da que ya escribí sobre esto en otra ocasión, pero ustedes ya no se acuerdan (y si se acuerdan, disimulen).
Hubo un tiempo en que estuve casi tan enganchado al tetris como a la vida misma. Un tiempo que ha continuado hasta el día de hoy, para qué nos vamos a engañar. De hecho, los artículos los escribo entre partida y partida de tetris, cuando seguramente lo normal sería justo lo contrario.
¿Por qué digo que el tetris se parece a nuestra existencia? Ya lo habrán adivinado. Sí, porque en la vida te caen los sopapos con la misma o mayor velocidad que las piezas del tetris, y unas y otros hay que encajarlos como mejor se pueda. Fin de la analogía, pasen buen día. Noooooooo.
A ver, en el tetris tenemos que mover las figuras geométricas que bajan, acomodándolas para que encajen y formen líneas horizontales, que irán desapareciendo. Si tomamos esas estructuras multiformes como los problemas, sinsabores, reveses, desgracias, preocupaciones, etc que se nos presentan en la vida bien podemos considerar que los movimientos verticales u horizontales que aplicamos sobre ellos para acomodarlos y que desaparezcan son nuestras maniobras, de todo tipo, para sobreponernos a las dificultades vitales que hemos mencionado. Dicha estrategia puede manifestarse con decisiones mentales (controlar nuestra esfera emocional, vencer la impulsividad y la negatividad a la hora de decidir) y con la ejecución de acciones y comportamientos. Si no reaccionamos adecuadamente, si respondemos dejándonos llevar por la ira, por ejemplo, ante un disgusto, estaremos dejando huecos en la estructura del tetris y dando pasos para un futuro colapso.
Las partidas de tetris se acaban cuando uno ha dejado tantos huecos atrás que la línea horizontal que elimina las piezas está cada vez más arriba en la pantalla y resulta muy difícil reaccionar a tiempo cuando surgen más problemas y complicaciones. En la vida real terminamos apartados de nuestra rutina diara por una baja laboral, un tratamiento contra la depresión, una sanción, etc mientras que en el tetris simplemente se detiene la partida y aparece un letrero que dice: Game over.