En mi isla llega la Navidad para quedarse un buen rato. Celebramos desde noviembre hasta enero. Esa época del año en la que me dejo seducir por el aroma a pasteles en mi barrio, esa masa de guineo verde que mi madre llena de carne hasta reventar. El arroz con gandules y lechón que me sabe a pedacito de gloria. Sigo siendo la niña que esperaba un regalo debajo de la cama el Día de los Reyes Magos aunque me hubiese portado mal durante el año. Es Navidad y me doy cuenta cuando a media noche le llega la parranda a mi vecino que hace tiempo no veo y siento que los pies se me mueven solitos al ritmo de la música de mi tierra. Ya casi puedo saborear el ron pitorro con sabor a parcha que gozamos a escondidas. Llegaré hasta el chinchorro en la montaña y entre trago y trago le canto a mi patria, entonando una melodía vieja como las costumbres que me hacen sentir en casa. Bailo una plena y me quito las chanclas hasta que amanezca, gritando nuestra frase favorita; “yo soy boricua pa’ que tú lo sepas”. Miro al cielo y disfruto de los fuegos artificiales que me anuncian la partida del año viejo recibiendo con emoción el año nuevo rodeada de mi familia. Respiro ese momento pensando que es un hermoso comienzo, me invade la nostalgia recordando mis seres amados que ya no están y elevo oraciones en mi mente para que todo nos vaya bien a todos. Yo soy puertorriqueña como el coquí. Hija de una isla que tiene sabor a montaña, playa y llano. Puerto Rico tiene sabor a sus hombres y mujeres con sangre caribeña y mezcla de razas, tonos y colores. Somos un junte tan particular que reventamos para el mundo desde nuestro espacio 100 x 35. Le sacamos un ritmo sabroso al güiro, la pandereta y las maracas para entonar el aguinaldo navideño…
"Allá en la puerta un niño se llama Jesús
con calzones rotos, descalzo y pelú.
Jesús hermano, Jesús amigo,
Jesús extraño, Jesús vecino,
Jesús el barrio, Jesús la gente,
Jesús: la vida sencillamente."
-Tony Croatto
En mi corazón la familia es mi Navidad. Lejos o cerca siempre están. Quise aprovechar este espacio para hablarte un poco de las costumbres de mi querido terruño borincano. Podría escribir un libro de tantas cosas que nos definen como pueblo. Siempre con una sonrisa en los labios. Soy una jíbara orgullosa del legado tan particular de mi tierra. Ya casi es Navidad, el nacimiento del Niño Jesús vamos a celebrar. Cuèntame tú de las costumbres de tu país.