Manuel Pérez Lourido
Lo real y lo inventado (II)
Guardiola, presentado en el Bayern, dice que le hacía falta un reto como este. Fernando Vázquez, el entrenador del Depor, se atragantó con una aceituna al oírlo en la tele.
La realidad se ha vuelto de plexiglás, no me canso de repetirlo. Ya nada es como era, esto en vez del río de Heráclito es el puente de las corrientes. Hasta mojones históricos, y escojo el sustantivo a mala leche, como la final de Gran Hermano, pierden supremacía mediática ante programas de cocinitas de esos con chef. Ya ni la Milá enseñando las tetas y levantándose la falda: el acabose consumose.
Prisa sigue acogotando al PP a cuenta de Bárcenas y su pulcritud anotadora y Rajoy deambula como un boxeador sonado que espera que lo salve la campana de una remontada económica. Peor está Wert, al que le tienen que apuntalar con campañas institucionales esa mierda de ley que defiende con esa mierda de apellido (si parece la onomatopeya de un eructo).
¿Se han fijado en que Urdangarin parece Snowden, que no se sabe por donde anda?. Lo ha sustituído mediáticamente su señora, a la que Hacienda a atribuído una venta de 13 propiedades que no tenía (y por la que no había tributado, claro). Fue poco después de comprarse la chozita de Pedralbes. Es evidente que este matrimonio está abonado a los poltergeist: vender propiedades que no tienen y comprarse un palacio que no pueden pagar. A Roca Junyent, que ha regresado del más acá vestido de Desfacedor de entuertos monárquicos, le ha faltado tiempo para salir a anunciar que perdonaba a Hacienda magnánimamente en nombre de sus defendidos. O protegidos, o lo que sea.
Este señor, que redactó junto a otros la actual constitución, está vinculado a: Endesa, ACS, Banco Sabadell, Albetis Infraestructuras, TYPSA, Accesos de Madrid y la Academia Europea de Ciencias y Artes. Tiene un bufete con 200 empleados y un consejo asesor con Carlos Solchaga y José Manuel Lara. A ver si pensaban que la hija del rey la iba a defender alguien sin contactos. Ay, no, nada de defenderla, perdón: que ya no está imputada.
Después del párrafo anterior uno está más desahogado a la par que asustado y ya listo para comentar algo de auténtica relevancia. Por ejemplo, que Sara Carbonero lo ha vuelto a hacer, señores: tras el Uruguay-Tahití (8-0), la periodista se preguntó en voz alta como era posible que Cavani (que no había jugado) no hubiese anotado ningún gol. Le paso el micrófono a José Mourinho. Buenos días.
27.06.2013