Los errores en ataque condenan al Teucro (27-30) ante un Academia Octavio que hizo valer su mayor experiencia
Por Ramiro Espiño
El peor partido, o mejor dicho, la peor primera parte en el momento menos deseado. El Teucro afrontaba el derbi frente al Octavio con la posibilidad de alejar considerablemente a su vecino en la clasificación, pero le pudo la presión hasta hacerle cometer graves y reiterados errores en las acciones de ataque que le condenaron.
La veteranía viguesa pudo con la juventud e inexperiencia local, hasta el punto de llevar al conjunto azul a cometer más errores en sólo la primera parte que en partidos anteriores en la totalidad del choque. Baste decir como muestra que el Teucro dispuso en los primeros 30 minutos de juego de hasta cuatro superioriodades numéricas sobre la pista y no consiguió obtener ventaja en ninguna de ellas. Incluso fue el Academia Octavio quien ganó tres de esas cuatro fases en las que estuvo con un jugador menos en pista.
Los comienzos fueron igualados, pero poco duró esa igualdad. Del 2-1 favorable al Teucro, que sería la última vez que los teucristas estuviesen por delante, se pasó al 2-5. Un parcial de 0-4 que obliga a Javier Barrios a pedir su primer tiempo muerto, con poco más de siete minutos disputados. El Teucro reacciona y consigue neutralizar la ventaja viguesa, devolviendo la igualdad al luminoso.
Pero entre el minuto 20 y 25 de partido llega un auténtico socavón de juego, que terminaría por encarrilar el partido en favor del cuadro vigués. Cinco errores consecutivos en ataque del equipo local y el Octavio abre brecha con un parcial favorable de 0-5, logrando la máxima diferencia (9-14), a falta de poco más de cinco minutos para el descanso.
Barrios vuelve a parar el partido con un tiempo muerto, que en esta ocasión no da resultado. Los nervios y las precipitaciones llevan a continuas pérdidas de balón, que el Octavio no desaprovecha en rápidos contraataques, para marcharse con una cómoda ventaja de seis goles al vestuario.
La vuelta a la pista ofrece a un Teucro más intenso en defensa, que consigue reducir diferencias para ponerse a sólo tres goles de su rival. Pero de nuevo vuelven las pérdidas de balón en ataque. Lo mismo que las superioridades numéricas, en las que nuevamente el Octavio, con un jugador menos, consigue parciales favorables.
David García Pichel falla un penalti, por intentar una vaselina, que significaba acercarse a sólo dos goles, mediado el segundo período. Pero la defensa lo arregla y Víctor Rodríguez hace que la grada empiece a creer que la remontada es posible. Y más cuando Carlos García, siempre en su línea de garra y efectividad, logra el 22-23.
Quique Domínguez, hasta entonces muy tranquilo, se ve obligado a pedir tiempo muerto, pero su equipo vuelve a perder el balón y Miguel Sío falla un contraataque para poner el empate. Fran González desatasca a su equipo con tres goles consecutivos.
Los teucristas reaccionaron en la segunda parte pero reincidieron en los errores de ataque desaprovechando dos ocasiones para empatar
Gonzalo Carro sufre la tercera exclusión, siendo descalificado. Y el Teucro gana, por fin, un parcial en superioridad (sería el único durante todo el partido), lo que le permite ponerse de nuevo a un gol (25-26), a falta de 7'30". Pero no lo aprovecha. Tres nuevas pérdidas en ataque dan un respiro al Octavio que sentencia con un estirón definitivo (25-28).
Con menos de cinco minutos por delante Javier Barrios pide tiempo muerto para buscar soluciones. Miguel Porto reduce diferencias y Quique Domínguez para el partido, para evitar mayores problemas. Quedaban 3'26". Barrios ordena una doble mixta y el Teucro roba el balón, pero lo regala en un nuevo error ingenuo en ataque.
Se acababa el partido con las mismas circunstancias con las que se había inclinado del lado vigués en el primer tiempo, y con una diferencia que tantas veces dio triunfos a los teucristas, y es que mientras en los momentos claves Jorge García y especialmente Pablo Galán, fueron decisivos bajo los palos visitantes, en esta ocasión Juan Bar no estuvo a su altura habitual.
S.D. TEUCRO (27): Juan Bar; David Chapela (1), Miguel Porto (2), Tomás Moreira (4), Víctor Rodríguez (3), Carlos García (9, 2 de penalti), Miguel Sío (1) -siete inicial-, Dani Cadilla (p.s.), Marcos Dorado (1), Carlos Pombo, David García Pichel (3, 2 de penalti), Iván Fernández, César Armán (1) y Borja Pedreira (2).
ACADEMIA OCTAVIO (30): Jorge García; Alberto Casares (3, 1 de penalti), Germán Hermida (4), Gonzalo Carro, Javier Fernández (8, 1 de penalti), Marcos González, Daniel Hernández (6) - siete inicial-, Pablo Galán (p.s.), Pablo Lorenzo (1), Manuel Martínez (1), Víctor León, Fran González (7, 2 de penalti) y Antón Giráldez.
Árbitros: Martín Rodríguez Mondelo y Daniel Portela Fernández (colegio gallego). Excluyeron por dos minutos a Marcos Dorado (2), Borja Pedreira y Víctor Rodríguez, por el Teucro, y a Gonzalo Carro (3, descalificado a falta de 8'41"), Daniel Hernández (3, descalificado a falta de 5"), Manuel Martínez y Javier Fernández, por el Academia Octavio.
Marcador (cada cinco minutos): 2-2, 4-5, 6-6, 8-8, 9-14, 11-17 (descanso), 14-18, 17-21, 20-23, 24-26, 25-27 y 27-30 (final).
Incidencias: Pabellón Municipal dos Deportes (Pontevedra). Unos 1.000 espectadores. Se guardó un emotivo minuto de silencio en memoria de la ex-directiva del Teucro, Elisa García, fallecida esta misma semana.