El Barbadás pone en evidencia a un Pontevedra sin juego ni actitud competitiva
Por Ramiro Espiño
Para competir hacen falta al menos dos cosas: concentración e intensidad. Ninguna de ellas las tuvo un decepcionante Pontevedra en su visita al feudo de un recién ascendido y modesto Barbadás. Al fútbol, sea en la categoría que sea, no se juega andando y si lo haces te conviertes en un equipo previsible, fácil de anular para cualquier rival. Pero si por encima de todo lo anterior juegas a lo que no sabes, o a lo que no estás acostumbrado, ni tienes los hombres necesarios para ese estilo, acabas por ser víctima propiciatoria y te pierdes en un absurdo y burdo intento de llegar por el camino más corto, para complacencia del equipo rival.
Pocos minutos bastaron para comprobar que el Barbadás era el Barbadás, fiel a su estilo. Directo en su propuesta ofensiva e intenso y solidario en la defensiva. Lo malo es que el Pontevedra nunca fue capaz de ser el Pontevedra. Incapaz de dar dos pases seguidos, los controcampistas veían volar "meteoritos" por encima de sus cabezas y nunca lograban recibir cómodos, ni en su trote cansino dar salida al balón y conectar con sentido y profundidad con los hombres de arriba. Ni siquiera vale como escusa el escenario, pequeño y de hierba sintética, porque pudiera serlo para que no se haga un juego vistoso, pero no para que no se meta la pierna o se eluda el choque con el adversario en la disputa del balón.
Era una simple cuestión de tiempo. Sin ocasiones de peligro en ninguna de las áreas, se veía que el Barbadás sabía a lo que jugaba y el Pontevedra lo hacía a lo que le dejaba el rival, o sea, a nada útil ni práctico.
La primera y única aproximación granate ni siquiera terminó en remate, aunque no fue gol de milagro. Lo evitó Berto en un alarde de reflejos, al interceptar un balón que Luis González había desviado hacia su portería al cortar un centro lateral de Jacobo. Era el minuto 13 de juego y allí se acabó la pólvora del Pontevedra. Triste bagaje ofensivo en un partido para olvidar.
En otra acción a balón parado mal defendida llegó el primer gol
Más práctico el Barbadás tenía mejor pinta en sus acciones. Desde sus envíos en largo hacia Javi Ramos, hasta sus diagonales en busca de Jaime o Cristian. Los jóvenes centrales granates (de lo poco que se salva de la debacle) se impusieron por alto, pero no pudieron evitar el remate de Martín Fernández que adelantaba (otra vez a balón parado) al Barbadás.
El Pontevedra acusó el gol, pero no reaccionó. Al contrario, cuando se rozaba el descanso, Cristian desborda a un Cristóbal blando en su marca y sirve atrás para que Jaime empalme de forma inapelable. El público local no se lo creía, pero el resultado era absolutamente justo, porque si un equipo puso intención, ganas y sentido en la pugna, ese fue el local.
De la segunda parte mejor olvidarse. El Barbadás se quedaba con uno menos en una expulsión evitable de Oli lo que sirvió para poner aún más en evidencia el mal día de los granates. Perdidos, sin ideas, los de Milo se limitaron a mover la pelota al tran-tran, recurriendo al inútil envío de balones frontales a la olla que lo único que conseguían era facilitar la tarea defensiva del cuadro ourensano.
Incomprensiblemente Milo se mantenía sin mover el banquillo hasta que restaban menos de 20 minutos, limitándose a intercambiar de posición a los dos laterales, igual de desacertados en una banda que en otra, así como a terminar con una ridícula "solución Alesanko", con Sestelo de delantero centro cuando apenas quedaban cuatro minutos para el final. El resultado fue una posesión de balón para los granates tan constante como insulsa, baste decir que con el Barbadás encerrado hasta el minuto 93 no llegaría el segundo y último disparo a puerta entre los tres palos de los granates, en un lanzamiento lejano de Santi Domínguez que sólo sirvió para que se adornase Berto.
U.D. BARBADÁS: Berto (1); Jorge (2), Vieytes (2), Martín Fernández (2), Oli (1); Luis González (2); Cristian (2), Rafita (2), Nuno (2), Jaime (3); Javi Ramos (1).
Sustituciones: Min. 46 Ismael (1) por Cristian. Min. 70 Walter Martín (1) por Javi Ramos. Min. 73 Felipe (1) por Jaime.
PONTEVEDRA C.F.: LLoves (1); Adrián Gómez (0), Yago Vázquez (2), Pablo (2), Cristóbal Juncal (0); Tubo (0), Tomás (0), Moisés (0), Jacobo (1); Santi Domínguez (0), Stefan (0).
Sustituciones: Min. 72 Fran Fandiño (s.c.) por Tomás. Min. 72 Richi (s.c.) por Adrián Gómez. Min. 86 Sestelo (s.c.) por Yago Vázquez.
Árbitro: Pedro Rey Simón, auxiliado en las bandas por ÿscar González Santos y Pablo Álvarez Calderón (Vigo). Expulsó en el bando local a Oli (min. 57) por doble amarilla y a Cristian (min. 57), con roja directa cuando se encontraba en el banquillo después de ser sustituído, a indicación de su asistente. Por el Pontevedra expulsó a Jacobo (min. 82) por doble amarilla. Además amonestó a Berto, Jaime, Pablo y Tubo.
Goles: (1-0) Minuto 24. Martín Fernández peina en el borde del area pequeña una falta lateral botada por Nuno. (2-0) Minuto 42. Cristian se va de Cristóbal y desde la línea de fondo asiste para que Jaime fusile a placer.
Incidencias: Campo Municipal de Os Carrís. Algo más de 500 espectadores.
VESTUARIOS:
Milo Abelleira: No se mordió la lengua el técnico granate, visiblemente molesto con la pobre actuación y peor imagen que había dejado su equipo: "Más que el resultado me duele la imagen. Tenemos que ser conscientes que representamos a una entidad como el Pontevedra y lo que eso significa y no podemos arrastrarnos por el campo como lo hemos hecho hoy". Milo siguió con contundencia en sus palabras: "Nos faltó intensidad y concentración. Sabíamos que el rival iba a salir a por todas y que posiblemente había que llevar patadas para competir y no lo hemos hecho, se nos encogía la pierna para no llevar un golpe y así es imposible imponerse a un equipo que nos superó por ganas y ambición".
Más duro aún fue el técnico pontevedrés cuando se le interpeló por la tardanza en efectuar los cambios: "Hoy era un día que no había que cambiar a los once, había que cambiar los dieciseis. Teníamos que cambiarnos todos. No dimos la talla y tenemos que recapacitar sobre ésto porque fuera de casa la imagen que estamos dando es lamentable y no se puede admitir". Con respecto a la falta de acierto en las acciones de estrategia, Milo indicó: "Si no vamos con fé a buscar el balón da igual lo que hagamos en las jugadas a balón parado. Para rematar o intentarlo hay que entrar con intensidad y esa nos ha faltado durante todo el partido"
Jorge Regal: La otra cara de la moneda era el técnico ourensano: "Para nosotros es una gran victoria. El Pontevedra es un equipo de otra categoría, con el que es un honor competir y le hemos superado pienso que con todo merecimiento. Además hemos demostrado en la primera parte que sabemos jugar al fútbol, tanto que incluso ellos han sido más directos en su propuesta que nosotros, que tratamos de salir con el balón jugado". El entrenador local elogiaba la entrega de sus jugadores: "Somos un equipo que tiene una gran preparación física y eso nos permite mantener un alto ritmo durante todo el partido, lo que nos ha servido para presionarles siempre en la salida de balón y defender en la segunda parte sin muchos agobios".
El entrenador local tiró de diplomacia al opinar sobre cómo había visto al Pontevedra: "¿El Pontevedra?, simplemente pienso que nosotros hoy hemos sido mejores".