Carlos Alonso y Yago Iglesias, ex miembros del Pontevedra CF, "secuestrados" en Arabia Saudí
Por Alejandro Espiño
La aventura arábiga del fisioterapeuta moañés Carlos Alonso y el preparador físico ribeirense, Yago Iglesias, se ha convertido en una pesadilla. "Estamos secuestrados en Arabia Saudí", aseguran. Hasta este punto ha derivado un proyecto profesional que les llevó a formar parte del cuerpo técnico de Al-Ittihad, uno de los principales equipos de fútbol de Oriente Medio, al que se incorporaron hace cinco meses.
Ambos coincidieron en el PontevedraCF. Carlos Alonso fue fisioterapeuta con Pablo Alfaro de entrenador y Yago Iglesias acompañó, como segundo entrenador, a Luis Casais durante su etapa como míster del filial granate. Y a los dos les llegó una oferta que no pudieron rechazar. El Al-Ittihad, equipo puntero del fútbol asiático, puso sus ojos en ellos. Su entrenador, el grovense Raúl Caneda, los quería con él. Y no lo dudaron.
Hasta ahora, todo había ido a pedir de boca. Se integraron perfectamente en el país y, profesionalmente, el equipo ha tenido una temporada fantástica. Llegó hasta las semifinales de la Champions League asiática. Carlos y Yago rozaban las mieles del éxito. Pero de repente, todo lo conseguido ha empezado a desmoronarse. Y todo por un gesto habitual en estas fechas. Querer volver a España a pasar las Navidades en familia.
Días antes de volver, se encontraron que "por incomprensibles y kafkianos problemas burocráticos", no podían viajar a España. Su visado llevaba dos meses caducado. El club, que por una serie de errores y trámites mal hechos, no había cumplido con los términos acordados entre ambas partes, los ha dejado en una situación muy delicada.
Carlos y Yago no pueden salir del país, ya que las autoridades arábigas consideran que están allí ilegalmente, al no tener formalizado su contrato de trabajo. Las irregularidades contractuales cometidas por el Al-Ittihad y la dificultad intrínseca del propio sistema tampoco han hecho posible que los gallegos pudiesen obtener un permiso de residencia. Para ello necesitarían un título profesional que tienen en España, o bien pasar un examen de su especialidad de tres días y en inglés.
Desesperados e impotentes, ambos decidieron rescindir su contrato con el Al-Ittihad y, hace cinco días, intentar conseguir un visado de urgencia para ser "expulsados" del país en 24 o 48 horas. Un trámite que les impediría volver a entrar en Arabia en los próximos cinco años. "Como si son 20", afirman. Pero tampoco esta vía les ha sido posible por ahora.
Y si esto fuese poco, la situación económica de Carlos y Yago no es muy buena. Su contrato con el equipo asiático establecía que ambos dispondrían de una vivienda. Pero llevan cinco meses viviendo en un hotel. De dicho establecimiento amenazan con echarlos por la deuda que va contrayendo el equipo con el hotel y de la que los responsables del club parecen no hacerse cargo. Por ahora, tienen donde dormir, pero para comer tienen más dificultades.
Aseguran que tan sólo el contacto telefónico y a través de las redes sociales, con su familia y amigos, permite que no decaiga el ánimo de estos dos gallegos. Pero se hace duro, dicen. "Sólo les escuchamos decir bokra (mañana)". Y día tras día, todas sus esperanzas de volver a casa se desvanecen. Su cruda realidad es que, como ellos mismos reconoce, "estamos secuestrados en Arabia Saudí."