Batacazo del Teucro (25-28) ante el colista Ereintza
Por Ramiro Espiño
Peor imposible. El Teucro realizó el peor partido en mucho tiempo, no sólo de la actual temporada. Como confiado en la debilidad del rival, y en la pobreza de sus resultados (una sóla victoria en los 18 partidos anteriores), a los de Javier Barrios les costó entrar en calor, tanto que no lo hicieron hasta los últimos cinco minutos de la primera parte, en los que consiguieron una corta renta, sustentada a medio camino entre la inercia de su superioridad y el cambio defensivo ordenado por el técnico local.
El Ereintza se encontró con un Teucro lento, que jugaba sin ritmo ni intensidad defensiva, y que en ataque se confiaba al acierto lanzador de Carlos García y David García Pichel, tanto que fueron los dos únicos en anotar para el equipo azul en los primeros 22 minutos de partido (9 goles entre ambos).
Como si el cambio de hora habitual, pasando a jugar en la matinal del domingo, les afectase, los teucristas tardaron en despertar, lo mismo que la afición, también menor en número a jornadas anteriores. Mientras el conjunto vasco se aprovechó para ir sumando goles, comenzar a creer que era posible el milagro, y llevar la iniciativa en el marcador.
Eso sí, en cuanto el Teucro apretaba un poquito todo cambiaba. Y lo hizo a partir del minuto 25. Javier Barrios llama al orden a los suyos y cambia la habitual defensa 6-0 a un 3-2-1. Y al Ereintza se le fundieron los plomos. Comenzaron a llegar aportaciones ofensivas de otros jugadores, como Alejandro Pombo. Fue suficiente para que, sin hacer mucho, los locales se fuesen al descanso por delante.
Pero al regreso de vestuarios vuelve la siesta local. Incomprensiblemente Javier Barrios vuelve al 6-0 defensivo y el equipo echa por tierra la ventaja de 3 goles, conseguida tras dos robos de balón consecutivos. Y el Ereintza lo aprovecha. Mientras la defensa no funciona, el ataque comete errores inhabituales, lo que obliga al técnico a pedir tiempo muerto mediado el segundo período, con los vascos uno arriba.
El Teucro recupera la defensa 3-2-1, que de nuevo se le atraganta a los visitantes. Pero el festival de despropósitos continúa. Pérdidas absurdas que permiten contragolpes, mientras en ataque sólo García Pichel parecía capaz de hacer gol, lo que le llevaba a cometer casi la misma cantidad de errores que de aciertos.
Con tantas facilidades hasta un equipo limitado como el Ereintza tenía que sacar partido. Y lo hizo. Con tres arriba (24-27) a falta de menos de cinco minutos, al Teucro ya sólo le quedaba la heroica. No funcionó. El Teucro dio la sorpresa negativa de la temporada, haciendo bueno en este partido el dicho de que lo que mal empieza, mal acaba.
La celebración de los vascos fue de época, como si les sirviese para evitar un descenso cantado. Era su segunda victoria de la temporada. Merecida. Tanto como merecida fue la derrota de un Teucro irreconocible.
S.D. TEUCRO (25): Dani Cadilla; Marcos Dorado (1), David García Pichel (11, 2 de penalti), Miguel Porto, Carlos García (5), Borja Pedreira (4), Miguel Sío -siete inicial-, Héctor Gil (p.s.); Carlos Pombo, Alejandro Pombo (3), Tomás Moreira (1), Víctor Rodríguez Costas, Iván Fernández y César Armán.
EREINTZA AGUAPLAST (28): Román Dupuy; Daniel Solano (3), Iker Garmendia (1), Oier Aguado (1), Alexis Gimeno (6, 2 de penalti), Mikel Iraeta (7, 4 de penalti), Aritz Otegui (1) -siete inicial-, Joseba Zabala (p.s.), Jon Imanol Vázquez (3), Ioritz Huete (1), Aritz Tolaretxipi (1), Alain Saseta (4) y Eduardo Ágreda.
Árbitros: Sebastián Fernández Molina y Alberto Murillo Castro (Andalucía). Excluyeron por dos minutos a Alejandro Pombo, Víctor Rodríguez Costas, Carlos García y Borja Pedreira, por el Teucro, y a Daniel Solano (2) e Iker Garmendia, por el conjunto vasco.
Marcador (cada cinco minutos): 1-2, 3-3, 4-5, 8-8, 11-12, 16-14 (descanso), 19-16, 20-19, 21-22, 23-24, 24-26 y 25-28 (final).
Incidencias: Pabellón Municipal de los Deportes (Pontevedra). Unos 300 espectadores.