La familia del pintor Carlos Bóveda dona tres cuadros al Museo de Marín
Por Oskar Viéitez
La familia del pintor Carlos Bóveda hizo donación de una serie de obras que pasarán a formar parte de la pinacoteca del Museo Manuel Torres, y que la alcaldesa María Ramallo recibió de manos de la viuva del artista, Sara Paz.
El pasado 6 de noviembre el Museo de Marín acogió una exposición de este reconocido pintor gallego.
Nacido en 1933, Carlos Bóveda se formó trabajando desde los 15 años como decorador en la Cerámica Celta de Pontecesures, por donde pasaron artistas como Asorey, Maside o Castelao.
En el año 1962, emigró a Buenos Aires, donde pasó 40 años hasta su emotivo regreso a Galicia, en el año 2002, con la exposición Reencuentro, en Santiago de Compostela. En Argentina estableció contacto con otros artistas emigados como Laxeiro, Castro Couso, Geno Díaz y Solla, además de realizar múltiples exposiciones individuales y colectivas y ser miembro de la comisión de cultura del Centro Lucense de Buenos Aires.
Como autodidacta que fue, Carlos Bóveda destacó por un eterno afán de superación que iba en paralelo a una sobria tranquilidad como pintor, patente en su pintura, cálida y enemiga de las estridencias, donde el color juega un papel fundamental.
Galicia, omnipresente en su pintura, fue su musa a los dos lados del Atlántico y fue también cuestión primordial tanto en su obra como en su pensamiento. Bóveda contó la historia de su tierra desde un cariñoso humanismo que daba voz a paisanos y paisajes, los grandes protagonistas de sus cuadros. Estos son costumbristas, llenos de pescadoras, labriegos, sembrados y marineros, y disfrutan de un realismo expresivo que huye de las normas pictóricas situándose al margen de los movimientos artísticos propios de la época.