Una pontevedresa denuncia una agresión sexual y pide que el juzgado investigue si fue víctima de sumisión química
Por Natalia Puga
Una pontevedresa que en los últimos meses denunció haber sido víctima de una agresión sexual insiste ahora en que el juzgado que lleva la investigación de su caso indague también si fue víctima de sumisión química para favorecer las relaciones sexuales no consentidas.
La denuncia de esta mujer la investiga el Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra y, hasta ahora, ha rechazado todos sus intentos de que se indague esa posible sumisión química, que pudo ser a través de 'popper', un tipo de droga de la familia de los nitritos que se consume por vía inhalatoria y que tiene entre sus efectos secundarios una sensación de desmayo, mareo excesivo y fragilidad.
En abril, el juzgado rechazó practicar las diligencias de investigación solicitadas por esta pontevedresa y ella recurrió, pero en mayo volvieron a negarle esa posibilidad. Finalmente, tras un nuevo recurso, el caso llegó este verano a la Audiencia Provincial de Pontevedra y los magistrados de la sección segunda han vuelto a oponerse.
En concreto, esta pontevedresa pide que se tome declaración como testigos a dos compañeros de piso y un amigo que estuvieron con ella tras los hechos "para averiguar si la conducta del investigado antes de la agresión buscaba tal sumisión química y si con posterior a tal agresión el estado de la víctima denotaba que efectivamente había conseguido tal sumisión química".
El fiscal se opone a esas declaraciones porque considera que los testigos carecen de interés, pues estuvieron con ella posteriormente en su domicilio. La Audiencia concluye, al respecto, que "no fueron testigos de lo ocurrido, ni siquiera indirectos", al haber estado con ella tras los hechos. Y señala también que "no existen indicios mínimos de lo que pretende acreditar" la mujer con estos testimonios, es decir que existió algún tipo de sumisión química.
Además, la Audiencia sostiene que, aunque así fuera y hubiese sumisión química, "los testimonios difícilmente podrían confirmar esta sospecha, al haber estado con ella sólo posteriormente en la vivienda y acompañándola al hospital".
Tanto el hombre que está investigando por la agresión sexual como la víctima reconocieron que mantuvieron una relación sexual, si bien difieren en su versión en relación con el consentimiento. Mientras ella pide que se demuestre si hubo sumisión química, él niega la falta de consentimiento.
La denunciante, en su declaración, reconoció que el investigado le ofreció Popper y que "lo esnifó de forma voluntaria dos veces".
Los juzgados que le niegan practicar más pruebas alegan que ya fue sometida a un reconocimiento médico forense, a instancias del servicio de urgencias ginecológicas del Chop, a donde fue derivada tras denunciar la agresión sexual.
Añaden que también se ha pedido ya al Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) que emita un informe sobre los efectos inmediatos que causa la droga 'popper' y, de ser factible, la posible relevancia de tales efectos en la agresión.