El responsable de un club de Meis, condenado por favorecer la inmigración clandestina y absuelto de trata y prostitución
Por Natalia Puga
Pablo Víctor C.D. y Elena Juliana, conocida como Jessica, deberán cumplir ocho meses de cárcel por cometer un delito continuado de favorecimiento de inmigración clandestina por traer a España de forma irregular a tres jóvenes de Venezuela.
El hombre regentaba entre marzo y abril de 2018 el club Pigalle de Meis y la mujer colaboraba con él. Ambos acaban de ser condenados por la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra.
Los dos estaban también acusados de tres delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y de tres delitos de prostitución coactiva y el varón también de un delito de agresión sexual, y se enfrentaban a peticiones de cárcel de más de 20 años. La Audiencia les ha absuelto de todos ellos, condenándoles solo por favorecer la inmigración clandestina.
La sentencia recoge que los dos, de acuerdo con una tercera persona que se encontraba en Venezuela, que les servía de contacto, gestionaron el traslado de tres mujeres venezolanas a España.
En ejecución de ese plan, contactaron en marzo de 2018 con una de las chicas, Elena Juliana remitió al contacto los billetes de ida y vuelta, la reserva de hotel para una estancia de diez días y una cantidad de dinero en efectivo necesarias para poder pasar la frontera, todo ello para simular que entraba temporalmente en territorio europeo como turista ocultando la finalidad real de la entrada para desarrollar actividad laboral.
La mujer salió el 20 de marzo de Caracas hacia Lisboa, donde llegó el día 21 de marzo y desde allí tomó otro vuelo para Vigo, donde la recogieron en el aeropuerto os dos acusados. Una vez en España, la chica les entregó la cantidad de dinero en efectivo que previamente había recibido.
Similar fue el proceso con otra de las chicas en abril de 2018, a la que enviaron el billete de ida y vuelta de avión, una reserva de hotel en España por diez días y 800 dólares en efectivo a fin de pasar la frontera como si fuera turista. El 14 de abril viajó desde Caracas a Lisboa, de Lisboa a Porto, desde donde tomó un autobús hasta la estación de autobuses de Vigo, donde la recogieron en un vehículo. Ya en España, les devolvió el dinero.
Con la tercera chica, según la sentencia, actuaron igual y voló de Caracas a Lisboa el 24 de abril, llegando el día 25, y desde allí hacia Vigo ese mismo día, siendo recogida a su llegada por los acusados, a quienes entregó el dinero en efectivo que había recibido.
El día 9 de julio de 2018 las tres fueron identificadas por funcionarios de la Guardia Civil que llevaron a cabo una inspección en el club Pigalle a consecuencia de una entrevista previa mantenida por dos de ellas con un funcionario de la Guardia Civil por mediación de un cliente.
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